“La guitarra flamenca es la más atractiva que tenemos en el mundo”
GERARDO NÚÑEZ I GUITARRISTA
El artista inaugura este 13 de septiembre en la Bienal el ciclo ‘Guitarra desnuda’, que reunirá en el Turina 14 recitales de tocaores de todas las generaciones y estéticas, de José Antonio Rodríguez a Yerai Cortés, Alfredo Lagos a Bolita o Canito a Paco Jarana.
Bienal de Flamenco de Sevilla 2022 | Programación completa
Sevilla/Siendo todavía un niño Gerardo Núñez dio cobijo con su sonanta a las voces anárquicas y extremas de Tío Borrico, Terremoto de Jerez o La Paquera. Entonces, recuerda al otro lado del teléfono, “lo que se premiaba era que te ajustaras a las necesidades de cada cantaor y fueras fiel a lo que interpretara”.
Con ese bagaje, un profundo conocimiento del instrumento y una inquietud manifiesta que le ha permitido expandir el toque jondo en propuestas jazzísticas internacionales, el artista ha forjado una sólida y respetada trayectoria, convirtiéndose en referente como intérprete, compositor y concertista.
Por eso, y por su incansable reivindicación de la figura del guitarrista, el jerezano coordina este año para la Bienal el ciclo Guitarra desnuda, una propuesta que inaugura el 13 de septiembre con un concierto homónimo y que reunirá en el Espacio Turina 14 recitales con tocaores de todas las estéticas y generaciones, desde José Antonio Rodríguez (17) a Yerai Cortés (24), de Alfredo Lagos (22) a Bolita (28), o de Canito (15) a Paco Jarana (23) pasando por Álvaro Martinete (14), Jesús Guerrero (16), Joselito Acedo (20), Salvador Gutiérrez (21), José Manuel León (27), Rycardo Moreno (29 de sept.) y Antonio Rey (30).
-¿Cómo surgió la idea de coordinar este ciclo?
-Creo que todo surge a raíz de aquel concierto que hice en el Central en 2004 donde me presenté solo con guitarra, sin ningún acompañamiento. Ese recital marcó un punto de inflexión, me dieron el Giraldillo y recibí muchos reconocimientos. Sé que Chema Blanco, sin embargo, clausuró este año el Festival de Nimes con Dani de Morón en este formato y fue también un éxito. Desde luego, era necesario que se apostara por el instrumento y ha sido un honor que haya confiado en mí para hacerlo.
-La pasada Bienal abanderó una campaña en Facebook quejándose por la ausencia del Giraldillo a la Guitarra, ¿a los guitarristas os toca siempre protestar?
-Es algo que me indignó mucho. Se creó incluso un Giraldillo para la música y se dejó fuera la guitarra, así que moví a través de las redes una votación paralela virtual en el que participaron más de 20 mil personas de todo el mundo y donde salió elegido Antonio Rey. De alguna manera, puede que me haya convertido en el mascarón de proa de la defensa de los conciertos de guitarra.
-Es verdad que lleva décadas reclamando un espacio en las programaciones…
-Sí, he estado siempre luchando contra todas las peñas y todos los festivales porque la guitarra tiene entidad propia como para reclamar su sitio. Es un pilar imprescindible de la construcción del flamenco, por lo que allá donde haya un cantaor o un bailaor tendría que haber un guitarrista de concierto. Quizás por eso Chema ha pensado en mí para capitanear este proyecto.
-Porque, ¿cree que el público está preparado para comprender, querer o valorar la guitarra flamenca?
-Por supuesto, si tuviéramos que hacer un examen de conocimientos para ir a una ópera al Teatro Real suspenderíamos todos. Además, es absurdo examinar al público; el público sólo tiene es que estar receptivo, dejarse llevar y disfrutar. El problema es que hay que programarla, sobre todo, cuando hablamos de dinero público. Aquí tienen que estar todas las disciplinas: el cante, el baile y el toque.
- ¿En qué momento diría que se encuentra la guitarra flamenca?
-En un momento increíble, igual que cuando estaban los maestros Montoya, Sabicas, luego Serranito, Paco, Manolo Sanlúcar… y vinimos nosotros. Ahora hay una nueva generación con un nivel de composición, de originalidad y de creación increíble. Sin duda, la guitarra flamenca es la guitarra más atractiva que tenemos en todo el mundo.
-Mirando el cartel, por ejemplo, se demuestra la diversidad del toque flamenco, ¿ha sido difícil la elección?
-Mucho, mira que conozco a casi todos los guitarristas que hay, pero no me di cuenta de todos los que había de nivel hasta que empecé a armar el ciclo. Soy consciente que se han quedado fuera otros grandes guitarristas, tenemos calidad suficiente para dos o tres ciclos más.
-Entiendo que la responsabilidad, siendo compañero de profesión, es aún mayor. ¿Se ha ganado algún enemigo?
-(Risas). Hasta ahora no he tenido ningún hater, ni ningún dislike pero, como digo, claro que podrían haber sido más. Hay que tener en cuenta que hemos tratado de buscar un equilibrio entre las distintas propuestas, por ejemplo, para que estuvieran representadas todas las ciudades posibles.
-En ese equilibrio, sin embargo, sorprende que no haya ninguna mujer…
-No creas que no lo he pensado. Sinceramente espero que en el próximo ciclo estén presentes todas, pero me parecía pronto y no considero que fuera buena idea forzarlo. Por supuesto que hay buenísimas guitarristas, muchas han sido alumnas mías incluso, las conozco, y estoy seguro que de manera natural van a estar muy pronto ahí. Es una pena que se le quitara a la mujer ese papel que tuvieron en los inicios de este arte. Lo que pasa es que en este caso, se ha barajado no sólo la interpretación sino la composición, la trayectoria…
-¿Qué diría entonces que comparten todos los protagonistas?
-Hemos buscado que exista un discurso. Hay gente de mucho peso, como Bolita, que es un músico increíble, Canito, que tiene una personalidad brutal, José Antonio Rodríguez, que es un capo de la guitarra… Paco Jarana, aparte de un gran profesional, ha realizado composiciones maravillosas para los espectáculos de Eva La Yerbabuena. Por eso creo que es muy especial que podamos compartir con ellos un día y que nos cuenten quiénes son. Es un lujo.
-Da la sensación que el papel de los guitarristas en los espectáculos es cada vez mayor, ¿diría que ha habido una evolución en este sentido?
-Completamente, antes, con excepciones, se pedía a los guitarristas que acompañaran a la bailaora o al bailaor y ahora crean espacios sonoros propios. Esto pasa porque pueden hacerlo, porque tienen conocimiento. La guitarra ha evolucionado y tiene más riqueza armónica. Otro debate es si esto sirve para el toque de acompañamiento. Cuando yo le tocaba a Tío Borrico o a María Soleá ya tenía otras influencias, escuchaba a Pink Floyd en las emisoras de Rota y curioseaba con el jazz pero no se me ocurría meter un acorde que no fuera el de la soleá.
-¿Diría que la guitarra ha ganado velocidad y ha perdido flamencura?
-No, lo de coger la guitarra como una metralleta de acordes es un pecado propio de la juventud, de querer impresionar. A lo mejor sacan un primer disco con cositas interesantes pero al tercero ves que la obra no se sostiene y ahí está la diferencia entre el compositor y el intérprete. En cualquier caso, flamenco es el que tiene profesión, no vas tú al conservatorio de Córdoba y te dan el carné de flamenco.
-Sabe que en Bienal la guitarra compite con una oferta amplia de baile y cante, ¿qué tienen de especial estos recitales?
-Es una oportunidad de tener un acercamiento a la guitarra actual, de conocer de primera mano la vanguardia de la guitarra flamenca y de ver a los mejores guitarristas flamencos que tenemos. Hay más pero los que están son increíbles.
-Por último, ¿qué le parece la petición de la Llave de Oro del Toque para Manolo Sanlúcar?
-Lo de las llaves no es tan importante… Me parece que cualquier reconocimiento que se le haga a un artista flamenco es positivo para todos los demás. Me alegraría muchísimo si se la dan porque se lo merece y es como si nos lo dieran a todos, pero lo que me gustaría de verdad es que las administraciones nos cedan los espacios para tocar y que los circuitos den su sitio a la guitarra.
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