Un aceite virgen enriquecido con antioxidantes previene una enfermedad ocular incurable

INVESTIGAR EN JAÉN

El investigador Ruperto Bermejo desarrolla un aceite rico en un antioxidante procedente de una microalga de Almería capaz de suministrar la luteína que necesita el organismo para impedir la degradación macular senil.

Encarna Maldonado / Marzo 2014

04 de marzo 2014 - 11:44

Una de las consecuencias de las dietas pobres en antioxidantes es la degeneración macular senil. Se trata de una enfermedad ocular que aparece con el paso de los años por carencias de un antioxidante denominado luteína. Los efectos son la aparición de pequeñas manchas amarillentas en el fondo del ojo, el empeoramiento progresivo de la vista y cataratas para desembocar, finalmente en la ceguera. Hasta el momento no existe ningún tratamiento capaz de revocar o al menos frenar la progresión de esta enfermedad.

La Organización Mundial de la Salud recomienda ingerir entre tres y seis miligramos diarios de antioxidante para prevenir la degeneración macular. La luteína se encuentra en alimentos como la yema de huevo, el brócoli, el pimiento rojo, la lechuga o las coles de bruselas. “Sin embargo habría que ingerir cantidades grandísimas para conseguir una cantidad antioxidante suficiente”, subraya Ruperto Bermejo, investigador del Departamento de Física Química Analítica de la Universidad de Jaén. La solución que Ruperto Bermejo comenzó a explorar hace dos años y medio para prevenir que no curar la enfermedad fue enriquecer el aceite de oliva virgen con luteína.

El primer paso que se dio en esta investigación desarrollada en el equipo Estructura y Dinámica de sistemas Químicos de la Escuela Politécnica de Linares fue localizar al principal proveedor de luteína: la microalga Scedesmus almeriensis. Seguidamente se incorporó al proyecto el investigador de la Universidad de Almería experto en algas Gabriel Acién, quien se ha ocupado del cultivo de esta especie propia de Almería.

Hallar los métodos más eficaces para cultivar esta microalga ha consumido un año de trabajo, durante el cual el equipo de Ruperto Bermejo buscaba la mejor opción para extraer la luteína de la Scedesmus almeriensis.

La tercera fase del proyecto ha consistido establecer qué cantidad de luteína es necesario que incorpore el aceite de oliva para proporcionar la ingesta que recomienda la OMS. Las estadísticas españolas indican que el consumo medio por habitante asciende a 30 mililitros, por lo que es necesario agregar 0,1 miligramos por mililitro para alcanzar la cantidad óptima para el organismo. “Esta sería la dosis preventiva”, resalta el investigador.

En esta fase, además, se ha analizado el comportamiento del aceite que incorpora este antioxidante externo, con el fin de determinar si su calidad y aspecto se puede ver alterado. Se ha experimentado con más de 20 variedades procedentes tanto de Jaén como de Córdoba, Málaga y Almería, para llegar a la conclusión de que en todos los casos, sin excepción, la luteína procedente de esta microalga no solo no perjudica la calidad del aceite, sino que la mejora de forma sustancial.

“Hemos comprobado que los aceites enriquecidos con luteína son más estables y duran más, resisten mejor la exposición a la luz y la temperatura. Incluso soporta mejor los ciclos de calentamiento en el caso de la freidora”, explica Ruperto Bermejo, quien en esta fase de la investigación ha contado con la colaboración del catedrático Manuel Melgosalatorre, del Departamento de Óptica de la Universidad de Granada.

El proyecto, financiado con cargo al plan propio de investigación de la Universidad de Jaén, concluirá en unos meses con la publicación de dos artículos científicos y la lectura de una tesis doctoral. El equipo pretende a partir de ese momento conseguir fondos, públicos o privados, para abordar la experimentación animal y determinar ya sobre seres vivos la eficacia del aceite de oliva enriquecido con luteína. Además, ha comenzado también a indagar el potencial del aceite de oliva virgen enriquecido con betacaroteno, procedente de algas, para prevenir enfermedades de la piel.

Esta investigación liderada por Ruperto Bermejo ha conseguido la segunda edición del premio de investigación oleícola Luis Vañó que organizan la Universidad de Jaén y la empresa Castillo de Canena. El premio cuenta con una dotación de 6.000 euros. En esta convocatoria ha conseguido el áccesit un trabajo sobre la pulverización de fitosanitarios asistida por aire de alta eficiencia.

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