“Hay músicas de mi padre que, bien tocadas, pueden llevarte al infinito”
Andrea Morricone. Compositor y director de orquesta
La música de Ennio Morricone será la protagonista el 13 de julio en Icónica.
Su hijo Andrea será el encargado de dirigir a la ROSS y al coro Ziryab en la única parada española de la gira.
El fenómeno Morricone
La ficha
El ‘Ennio Morricone. The Official Concert Celebration’, acompañado de algunas proyecciones de las películas a las que puso música, tendrá lugar el 13 de julio a las 22:00 en la Plaza de España, dentro del Icónica Sevilla Fest. Los abonados y amigos de la ROSS podrán beneficiarse de un descuento especial.
El verano se acerca inexorablemente y con él los espectáculos al aire libre, siempre atractivos, no solo por sus contenidos sino por los magníficos espacios singulares y patrimoniales que posee Sevilla. Entre estos, pocos tan hermosos y emblemáticos como la Plaza de España. En ella se ha ido afianzando en los últimos años el Icónica Fest, que este año tendrá lugar del 15 de junio al 22 de julio con una programación pensada para satisfacer a todo tipo de públicos.
El jueves 13 de julio la gran protagonista del festival será la música de cine, en la figura de su mayor exponente en el siglo XX y comienzos del XXI: Ennio Morricone. Sevilla será la única ciudad española que acoja el Ennio Morricone. The Official Concert Celebration, un concierto que será interpretado por la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS), en sustitución de la Orquesta de Córdoba, anunciada inicialmente, y el prestigioso Coro Ziryab.
Ambos estarán dirigidos por Andrea Morricone, hijo del genial compositor fallecido en 2020 y, como él, multiinstrumentista, compositor y director de orquesta.
–Su padre visitó Sevilla en dos ocasiones y usted, pocos meses después de su muerte, estuvo en España para recoger en su nombre el Premio Princesa de Asturias, que le fue concedido ex aequo con John Williams, y dirigir una muestra de su música. ¿Es la primera vez que visitará Sevilla?
–Sí, he oído hablar mucho de ella, pero es la primera vez que voy a ir ya que mi trabajo me ha llevado casi siempre a Estados Unidos o a Inglaterra y aún no había surgido la oportunidad de visitarla. Esta va a ser una ocasión muy especial.
–De los cuatro hijos de Ennio usted ha sido el único que ha continuado su faceta de compositor de bandas sonoras y de director de orquesta, ¿cuándo y cómo despertó en usted el amor por la música y, más tarde, la decisión de dedicarse a ella?
–El amor por la música me llegó directamente de mi padre, eso está claro y es una vocación que siento desde niño. Recuerdo que compuse mi primera pieza a los once años. Obviamente, cuando se la toqué a mi padre, él se sentó a mi lado al piano y añadió los acordes necesarios para convertirla en una verdadera e interpretable pieza musical, pero la melodía era mía y este episodio fue determinante en mi vida. Luego estudié en el Conservatorio de Santa Cecilia y en la Academia Nacional de Santa Cecilia de Roma especializándome en dirección de orquesta y composición musical.
–Pero empezó también con él como profesional. De hecho, ha firmado algunos temas de sus bandas sonoras.
–Efectivamente, trabajé mucho con él durante mi juventud. De hecho, mi primer trabajo conocido como profesional fue el Tema de amor de Cinema Paradiso de Giuseppe Tornatore. La película se estrenó en 1988 y obtuvo el Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Su música ha hecho soñar a varias generaciones y aún hoy se escucha con emoción en casi todos los conciertos de música de cine.
–Luego usted empezó a trabajar en solitario y ha compuesto músicas para el cine, la televisión, el teatro… ¿Ha cambiado mucho la manera de componer desde aquellos años setenta y ochenta?
–Lo cierto es que sí. En primer lugar, se trabaja de manera diferente porque la morfología de las películas es muy diferente. Y luego porque la tecnología no para de inventar. Junto a unos teclados cada vez más sofisticados, hay unos programas de software increíbles que han facilitado enormemente la actividad de la composición. Cada vez más los directores, y también los productores, exigen previamente una simulación de la música. En Estados Unidos sobre todo se trabaja con los cascos y a menudo, sincronizando imágenes y música, puedes acelerar o retardar fragmentos enteros a voluntad. Algo muy cómodo, la verdad, aunque al final, es la melodía y el talento del compositor lo que termina haciendo que una música se recuerde. Porque ya existía la música electrónica en la última etapa de trabajo de mi padre, pero a él le gustaba que se oyeran los instrumentos, como sucede en temas tan conmovedores como El oboe de Gabriel, de La misión.
–Este concierto está dedicado a la música de su padre que, como es sabido, compuso más de 400 bandas sonoras, muchas de ellas realmente icónicas. ¿Cómo se han elegido los temas que se oirán el día 13 en la Plaza de España? ¿Tenía su padre o usted alguna preferencia especial?
–Siempre es un problema elegir entre un corpus tan enorme de obras. En este caso fue mi padre, junto conmigo, el que decidió los temas que podrían integrar un concierto de los muchos que compuso. Y sí, tanto él como yo tenemos nuestros favoritos. Puestos a destacar, amén de la ya citada música de Cinema Paradiso, yo mencionaría la de Los intocables, la película realizada en 1987 por Brian de Palma. Este fue considerado uno de los mejores trabajos de mi padre y le valió una nominación al Oscar. O la de La leyenda del pianista en el Océano, de Tornatore, que tiene una partitura compleja, llena de matices y realmente conmovedora. O las de Sergio Leone, no ya la de los míticos westerns, sino la de su obra maestra Érase una vez en América. El Tema de Deborah de esta película, si está bien dirigido y bien interpretado, como espero que lo será, es de una perfección que te puede llevar al infinito.
También te puede interesar
Lo último