Las edades del Femás
Festival de Música Antigua
El de música antigua no es un concepto estático. Durante mucho tiempo solía ponerse la simbólica fecha de 1750, el año de la muerte de Bach, como la del final del período barroco y con él del ámbito que abarcaba la música antigua. Hoy, las interpretaciones que un día fueron llamadas historicistas o con instrumentos originales y ahora, históricamente informadas, llegan hasta el siglo XX, con lo que muchos certámenes acogen en sus agendas conciertos de música romántica e incluso posterior con tal de que sean hechos con determinados criterios interpretativos.
Por otro lado, de 1750 hacia atrás, tres grandes períodos articulaban la música antigua: medieval, renacentista y barroco, con dominio bastante apabullante del último, de tal modo que muchos festivales de música antigua en realidad lo eran (lo son) de música barroca. Muchas ediciones del Femás no se han librado de este sesgo hacia el Barroco, a pesar de que la poderosa escuela de polifonistas españoles (y sevillanos) siempre ha tirado a su manera hacia el mundo del Renacimiento. Más extraña es su relación con la música medieval, que se mueve entre su ausencia absoluta (o casi) y su dominio. Ya pasó en 2014, cuando el festival se acogió al título general de Gótico. Este año, de los veinte espectáculos programados (algunos con más de una cita), seis son puramente medievales y un séptimo se propone justo en la bisagra con el Renacimiento como conclusión de un somero repaso al medievo ibérico, que, por supuesto, se pretende multicultural.
Como viene siendo norma, apertura y clausura se vinculan al mundo dramático: se abre con la recuperación de un sepolcro de Antonio Draghi con Vincent Dumestre y su Poème Harmonique y se cierra en el Maestranza con un gran oratorio de Haendel interpretado por The Sixteen. Se mantiene el Día Bach. Y se lanzan, como de costumbre, hilos hacia otros mundos estéticos, en este caso el jazz (con Jorge Pardo), la música del siglo XX y contemporánea (estreno de César Camarero incluido) y el mundo del teatro multimedia para niños (Zonzo Compagnie, espectáculo coproducido con el Teatro Alameda).
Entre los visitantes, las principales novedades son las de los grupos La Reverdie, una de las instituciones de la música medieval europea, que jamás había actuado en Sevilla, y Stile Antico, uno de los conjuntos que han renovado en los últimos años el panorama del canto polifónico en Inglaterra. También debutará en el Femás la ilustre soprano francesa Sandrine Piau, así como tres pujantes conjuntos españoles de reciente creación, Concerto 1700, L’Apothéose y el coro asturiano El León de Oro. Llama igualmente la atención la presencia del violonchelista Asier Polo, en la que será su primera incursión en el mundo de los instrumentos antiguos junto a la OBS y en un programa que será llevado al disco.
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