Villeneuve rompe la maldición de 'Dune' y entusiasma en Venecia
Festival de Venecia
La adaptación del clásico de Frank Herbert, con Chalamet, Zendaya y Bardem, es uno de los títulos más esperados de la temporada
Venecia/No es fácil adaptar un clásico de la ciencia ficción como Dune, obra maldita para otros –entre ellos David Lynch–, pero Denis Villeneuve se ha atrevido y lo estrenó este viernes en Venecia entre aplausos y una enorme expectación, y con la promesa de que solo es "el inicio de un viaje extraordinario".
El realizador canadiense ha acometido el desafío de retratar el universo de Dune, sus luchas interplanetarias de ecos vigentes, y ha creado una historia trepidante fiel a su minucioso estilo visual que aterrizó este viernes fuera de concurso en la Mostra.
Se trataba de la película más esperada en el festival: su estreno creó largas colas y quienes lograron una entrada tuvieron que precintar antes sus teléfonos móviles, una medida impuesta por la productora, Warner, para evitar eventuales casos de piratería.
Villeneuve, autor de otras películas de ciencia ficción como La llegada (2016) o Blade Runner 2049 (2017), quedó prendado en su infancia de esta historia escrita por Frank Herbert en 1965: "Cuando lo leí de pequeño me impactó este viaje en busca de la identidad, que pasa a través de otras culturas, la relación con la naturaleza, su sentimiento de melancolía, la bellísima sensación de aislamiento del personaje y su herencia", explicó.
Ambientada más allá del 10.000, Dune es la epopeya de Paul Atreides (Timothée Chalamet), el joven hijo del duque Leto (Oscar Isaac) y la sacerdotisa Lady Jessica (Rebecca Ferguson) que acaba arrastrado a una encarnizada lucha de poder intergaláctica. Paul tendrá que vencer sus miedos y combatir a unas fuerzas oscuras de ese universo que le han llevado a Arrakis, un árido planeta habitado por la tribu Fremen, liderada por Stilgar (Javier Bardem) y Chani (Zendaya). Ahí, la humanidad combate por el control de una materia preciada y escasa, "la especia", mientras trata de sobrevivir a una naturaleza hostil de desiertos inhóspitos, abrasados por el sol y por la escasez del agua.
Dune esconde en realidad una advertencia muy acorde a los tiempos que corren, la de la emergencia climática, pero también de los peligros que entrañan el fundamentalismo político y religioso o el colonialismo de otros "mundos". Bardem, conocido activista por el medioambiente, reclamó en la rueda de prensa a gobiernos y corporaciones "pasos adelante" para preservar nuestro hábitat y cambiar hábitos.
También el chileno Pablo Larraín presentó, él sí dentro de la competición, Spencer, su retrato de Lady Di, encarnada por Kristen Stewart, como un "cuento de hadas" sobre una princesa sensible y rebelde que se enfrenta a la Corona para ser ella misma.
"Quería hacer una película que le gustara a mi madre, porque muchas de las películas que hago no le gustan nada", explicó en rueda de prensa el director de películas como El club (2015), Neruda (2016) o Jackie (2016), otro retrato de mujer icónica que presentó en Venecia hace cinco años.
El guion, coescrito junto al creador de Peaky Blinders Steven Knight, se centra en un solo fin de semana de principios de la década de los 90, tres días de celebración navideña que pasa con toda la familia real en su casa de campo de Sandringham y al final de los cuales decidió separarse del príncipe Carlos (Jack Farthing).
La infidelidad de Carlos ya corría de boca en boca así como los rumores de divorcio pero durante esos tres días la reina impone los rituales que marca la tradición: cenas, vestimentas, posados oficiales y salidas a cazar. A partir de ahí, los guionistas imaginan qué pudo haber sucedido de puertas para dentro.
"Ver a alguien en un momento de crisis es muy interesante y te puede desvelar más del personaje que contar toda su vida", señaló Larraín para justificar esta decisión temporal. "El personaje empieza roto, luego se convierte en un fantasma y finalmente se cura", resumió.
La película ha tenido críticas sensacionales, especialmente en lo que atañe a la transformación de Kristen Stewart en Lady Di, a quien la actriz definió como una mujer con una energía extraordinaria pero que se sentía "muy aislada y sola. Estaba desesperada por conectar con alguien. Es chocante que fuera capaz de hacer sentir tan bien a la gente sintiéndose ella tan mal", dijo la actriz.
También te puede interesar
Lo último