La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
El compromiso muchas veces lleva aparejado un sentido de obligación. Algo así como un debo pero no quiero. Sin embargo, el editor sevillano Pedro Tabernero se considera “impasible” ante ellos. Suele anteponer, por norma, la calidad del texto y su gusto personal a cualquier otra consideración. Sin embargo, su profesión hace que “reciba manuscritos de personajes y personas a las que no es fácil defraudar en su afán de ver sus escritos en letra impresa y, por si fuera poco, ilustrados”. Para recopilar este tipo de textos, ha confeccionado A la ya te ve ré, una colección cuyo peculiar nombre proviene de una frase que ha escuchado desde niño. Una de esas que no recoge el diccionario y que pertenecen a la sabiduría popular, pero como explica Tabernero “viene a significar que sí, que vale, pero que no hay prisa, que ya lo iremos viendo”.
Lo que en principio podía parecer una expresión “con cierta retranca” se ha acabado convirtiendo “en un guiño para recibir y dar la bienvenida a unos libros deseados y con evidente calidad literaria que irán conformando esta nueva colección”. Por lo pronto, los autores Javier Salvago y Manuel Lozano Leyva conforman la primera terna de narradores de A la ya te veré. El exquisito gusto de Tabernero por la ilustración se materializa en las manos de Dani Rosell y Michel Moro. Salvago y Rossell han creado El cine de las sábanas blancas y otros cuentos. Por su parte, Lozano Leyva y Moro han materializado La comarca de los prodigios. Dos títulos lista de una nueva colección que, según Tabernero, está “cerrada al compromiso, pero abierta y muy abierta a la mejor literatura actual sin distinción de género”.
El cine de las sábanas blancas y otros cuentos está compuesto por ocho historias. La primera, que da nombre a la propia obra hace referencia a lugar “imaginario al que los padres mandaban a sus hijos cada vez que les pedían ir al cine o a cualquier otro sitio divertido cuando a ellos les parecía que ya era tarde para que un niño no estuviera en la cama”. Un cuento en el que los fantasmas aparecen los sueños de su protagonista. Fantasmas que toman forma de demonios en Lagunas y de seres queridos que ya no están en Doña Elvira. Todo ello ilustrado por Daniel Rosell –colaborador del Grupo Joly– que se sirve de acrílicos y oleos para mostrar los universos de Javier Salvago.
También utiliza estas técnicas Michel Moro en La comarca de los prodigios. Dividida en cuatro partes, la lucha social, el mercantilismo, la división de clases, el progreso y las guerras entre fronteras quedan recogidas en forma de fábula. Casi como un cuento –plagado de moralejas– que despliega una multitud de personajes que viajan entre la fantasía y la realidad.
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