Una discografía imprescindible
Desde 1967 hasta la noche antes de su operación, Morente estuvo en activo
Desde 1967 con un disco dirigido por Pepe de la Matrona y titulado Cante flamenco, que supuso el inicio de su carrera discográfica, hasta 2010, a punto de sacar a la luz El barbero de Picasso, que supondrá su último disco, Morente presenta una discografía que ha sido motivo de ensayos y estudios de muy diversa índole.
Morente tiene en el mercado 20 discos, algunos de ellos grabados en directo. En 1967 se estrena con Cante Flamenco y la guitarra de Félix de Utrera. En este mismo año, graba junto al Niño Ricardo Cantes Antiguos del flamenco.
La década de los 70 es fundamental en su creación. No esperó a madurar artísticamente más para realizar su primera sofisticación fruto del ansia y la curiosidad artística que ya despierta en su interior. 1971 sería el año de su apreciado Homenaje a Miguel Hernández con la guitarra de Parrilla de Jerez. También vio la luz un disco considerado por algunas fuentes como pirata titulado Morente en vivo con el sello Díscolo. El segundo lustro de los setenta fue de especial construcción para Morente. Se hace camino al andar, cuyo título homenajea a Machado en 1975, acompañado por la guitarra de Manzanita, Despegando, de 1977, del que dice la crítica que fue el disco donde puso en práctica la línea artística que iba a llevar a cabo a partir de ahí y su impresionante Homenaje a Don Antonio Chacón en ese mismo año, constituyen parte de la cumbre de todo lo que hay registrado en flamenco y completan esta serie de discos premonitorios, donde encontramos ya al Morente preocupado por acercar la poesía culta al flamenco, uno de los aspectos más destacables en su discografía.
En los años ochenta encontramos tres trabajos. Uno de ellos, titulado Cruz y Luna lo registra en 1983. Pero esta sequía discográfica se ve recompensada con Sacromonte grabado en 1982 y que representaría un salto cualitativo de nuevo en su carrera, con varios temas muy cantados por las generaciones siguientes, y que se completó en 1988 con Esencias Flamencas.
Los 90 son de nuevo unos años prolíficos en trabajos discográficos para Enrique. La Diputación de Granada le encarga un trabajo sobre García Lorca, poeta muy cercano al cantaor por proximidad geográfica y espiritual, y al que rinde tributo en Morente en la Casa Museo de Fuente Vaqueros (1990). En 1995 vuelve a la poesía culta con motivo de su Alegro, Soleá y Fantasía del cante Jondo y 1996 supondría la ruptura total y desenfrenada del cantaor con cualquier forma convencional con el conocido Omega. A finales de los 90, da un nuevo aire al disco que grabó en Fuente Vaqueros y publica Lorca-Morente, de 1999.
Pero antes de estos sonados trabajos, nos encontramos con un hecho que por localización temporal parece casi imposible, todo un milagro. En 1990, Morente registra uno de sus discos de corte más clásico, ya cuajado de experiencia, con todo el peso que es capaz de dar de sí el cantaor más curtido, junto al maestro de maestros Sabicas. Un doble CD que el tocaor pamplonés no vio ya que falleció antes de su publicación. La Misa flamenca, en 1991 fue otro de sus sonados trabajos, y en 1992, registró Negra, si tu supieras.
En la última década, ya en el nuevo siglo y nuevo milenio, Morente, convertido en un icono de referencia mundial, ha alternado las giras internacionales con sus discos. El primero fue El pequeño reloj grabado en 2003 con la casa Virgin. Dos años más tarde, aparece el disco-documental Morente sueña la Alhambra, 2005, y hace apenas dos años, comienza una serie de tributos musicales a Picasso con Pablo de Málaga (2008). Morente Flamenco (2009) y Más Flamenco (2010) completarán una discografía que se cerrará el próximo año con El barbero de Picasso.
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