Diosas, brujas y protectoras: el arte analiza el poder de la mujer en la historia

CaixaForum Sevilla y el British Museum ofrecen la muestra 'Veneradas y temidas' hasta el 27 de octubre

164 piezas ancestrales y contemporáneas conforman la colección comisariada por Belinda Crerar

La exposición 'Veneradas y temidas', en imágenes

Así es la exposición 'Veneradas y temidas' en el Caixaforum de Sevilla / José Ángel García

Minerva, Isis, Nut, Afrodita, Medusa, Sekhmet o la Virgen María. Todas comparten el mismo rasgo: representan el poder femenino en la historia. Sólo es necesaria una breve mirada al pasado para comprobar que, a lo largo de los siglos, han ocupado un papel central en numerosas religiones y culturas. CaixaForum Sevilla ofrece Veneradas y temidas, la última muestra de su programación hasta septiembre, en la que colabora con el prestigioso British Museum para mostrar 164 piezas únicas. La exposición, comisariada por Belinda Crerar, se podrá visitar hasta el 27 de octubre y refleja 5.000 años de historia en los que confluyen el deseo, la pasión, el caos, la armonía, la salvación o la compasión. Todo ello, en forma de imágenes que han sido adoradas, pero también temidas. 

Los visitantes tienen un rol participativo en la exhibición. De hecho, en cada sala podrán observar una clara conversación entre las piezas. Relaciones que intentan abrir el debate por sí mismas e invitar a la reflexión acerca de por qué algunas culturas representan ciertas fuerzas a través de imágenes femeninas. “Hemos querido que el espectador haga su propia interpretación, porque todo circula alrededor de las creencias”, recalcó la comisaria de la muestra durante la inauguración de la misma.

El primer espacio –que lleva el nombre de Creación y naturaleza– explora el vínculo entre el poder femenino y la abundancia de la tierra y el mar. “La naturaleza es uno de los primeros conceptos en el que pensamos al hablar de la palabra diosas”, argumentó Crerar. Una de las piezas que destacó la comisaria en este espacio fue la pequeña figura de cobre bañado en oro que representa a Lakshimi y Vishnu. Refleja, según la experta, “el poder espiritual de una deidad bigénero representada como un ser único, porque una parte lleva ropaje femenino y otra masculino”. Lo interesante de esta pieza es que tiene múltiples lecturas que van más allá del poder y que han fluctuado a lo largo del tiempo. 

Figura en bronce de la diosa Bodhisattva Guanyin sentada sobre una base de loto, posterior a 1260.
Figura en bronce de la diosa Bodhisattva Guanyin sentada sobre una base de loto, posterior a 1260. / José Angel García

En la segunda sala está una de las joyas de la corona de Veneradas y temidas. Bajo el nombre de Pasión y deseo, la muestra explora las diferentes concepciones de estas dos ideas. “Tenemos mucha suerte de que el Museo Británico nos haya cedido una de sus piezas estrella”, enfatizó la comisaria en referencia a la Reina de la Noche. Un relieve de arcilla creado en 1750 a. C. que representa a la diosa mesopotámica Ishtar, relacionada con el sexo y la guerra. Aparece desnuda frontalmente, en posición de dominio sobre el lomo de sus leones. Contrasta con Venus, en el centro de la sala, que personifica la mirada masculina sobre el cuerpo femenino desnudo. “Hemos añadido una serie de objetos alrededor de estas imágenes icónicas para entender la veneración hacia ellas”, apuntó Crerar. Destacó que Venus “no sólo representó la belleza” y y pasó a poner en valor la colección de monedas –dispuesta en una de las vitrinas– que crearon diferentes dictadores y emperadores romanos: “Aquí Venus también representó el éxito y la victoria”.

Pero en muchas culturas y tradiciones, el poder femenino ha representado lo opuesto. La tercera sala –Magia y maldad– cuestiona las lecturas sobre todas esas brujas, monstruos y demonios con forma de mujer que han amenazado a la sociedad. “Se trata de una de las secciones más complejas”, admitió la experta y señaló una pieza de terracota del 500 a. C. que representa a Medusa. Este monstruo de la mitología griega ha dejado de representar el caos y se ha convertido en un símbolo de la resistencia feminista. También es especialmente impactante la enorme máscara –Taraka– que representa a una ogresa hindú devoradora de personas. Una imagen que bebe del poema épico Ramayana.

‘Reina de la Noche’, figura del 1750 a. C. cedida por el British Museum.
‘Reina de la Noche’, figura del 1750 a. C. cedida por el British Museum. / José Angel García

La diosa egipcia sanguinaria Sekhmet preside el cuarto espacio, que lleva el nombre de Justicia y defensa. No es casualidad que esta imponente figura esté en el centro de la sala. Está relacionada con la guerra, la aniquilación y la enfermedad, pero también con la protección. Fue llamada dama de la matanza y también dueña de la vida porque podía retenerla. Según explicó Crerar, para la exposición se encargó un icono de la diosa Kali “en colaboración con un templo hindú de Londres”. Divinidad que se encuentra al fondo de este espacio y que destaca por estar asociada con el tiempo, la destrucción y la valentía.

Para terminar, la Compasión y salvación centran la última sala. “Isis, Guanyin, Tara y la Virgen María se perciben como fuerzas protectoras para la humanidad con ciertos paralelismos entre ellas”, argumentó la comisaria e hizo especial hincapié en que cada una, a su manera, son “figuras maternas, de salvación y compasión”. 

En paralelo, a partir del 20 de julio, arranca el ciclo de proyecciones familiares Pequeñas heroínas con grandes historias. Ya en septiembre, los días 21 y 22, la arqueóloga Nuria Roselló guiará la conferencia detectivesca En busca de la diosa. Durante los meses de octubre y noviembre se llevará a cabo el ciclo de proyecciones El poder femenino en el cine, comisariado por la galardonada directora Carla Simón.

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