La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¿Dónde está el límite de la vergüenza?
Ri Te en el Teatro Central
Hay que admitir que, en esta época tan individualista, los y las artistas están mostrando más ganas que nunca de colaborar entre ellos y de compartir ideas y creaciones.
Es el caso de nuestro bailaor más internacional, Israel Galván, y de una creadora, Marlene Monteiro Freitas, que en los últimos años ha conquistado a un público cada vez más amplio con su originalidad, su imaginación y su manera fresca y extravagante de mirar el mundo que la rodea.
El encuentro de estos dos genios, hoy indiscutibles, ha dado lugar a Ri Te, una pieza performática que tiene mucho de divertimento (sobre todo para ellos), probablemente de improvisación, y muy poco de danza y de riesgo. El mismo Galván señaló, a su paso por el Festival Grec, “que es un encuentro, no un espectáculo para ir de gira”.
Nada que ver con otros dúos del sevillano que todos tenemos en la memoria (el Torobaka, junto al bailarín de origen hindú Akram Kham, fue un auténtico deleite) ni con espectáculos tan geniales de la caboverdiana como aquel Mal, embriaguez divina que vino -sin ella, que estaba con covid- a este mismo teatro en 2022.
En un reducido espacio -una caja de madera dentro de la caja escénica- el lenguaje de Ri te es el de la pantomima, un diálogo gestual en el que Galván, con sus ya proverbiales flores en el pelo y unas botas rosa, dedica algunos guiños a Chaplin y al cine mudo, amén de parodiarse a sí mismo y a su baile al final, en una de sus mejores escenas, mientras que Monteiro, cuya expresividad conocíamos ya gracias a aquel unipersonal Guintche, se impone con las muecas de su cara, sus zapateados y sus oles expresionistas.
De ritmo los dos van muy sobrados, de modo que, durante una hora, se divierten repitiendo algunos gags y moviéndose al compás de una banda sonora en la que se mezclan las sevillanas rocieras, las corraleras de Lebrija, la marcha Amargura de Font de Anta (que nos ponen enterita) y con una dinámica versión de un fragmento de la Carmen de Bizet, obra que el bailaor interpretó en el Maestranza durante la pasada Bienal de Flamenco.
A este trabajo se unirá el viernes y el sábado, en este mismo teatro, un nuevo espectáculo de Israel Galván, ya en solitario: Sevillanas solteras.
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