ROSS. Gran Sinfónico 4 | Crítica
La ROSS arde y vibra con Prokófiev
K. M. Chichon (Londres, 1971)
El nombre del director londinense de origen gibraltareño empezó a vincularse con Sevilla hace sólo unos meses cuando él mismo se postuló para los puestos que quedaban vacantes en teatro y orquesta. Compañero de estudios de Pedro Halffter en Viena y enamorado confeso de la capital andaluza, Karel Mark Chichon fue asistente de dos maestros tan prestigiosos como Giuseppe Sinopoli y Valeri Gergiev antes de comprometerse como titular de la Sinfónica de Graz (2006-2012) y la Nacional de Letonia (2009-2012). Actualmente y desde 2011 es titular de la Deutsche Radio Philharmonie Saarbrücken Kaiserslautern, uno de esos buenos conjuntos de la radio que proliferan por Alemania. Casado con la mezzo letona Elina Garanca, una de las grandes estrellas del firmamento lírico de nuestro tiempo, sus contactos con el mundo de la ópera son bien conocidos, aunque nunca ha tenido la responsabilidad de dirigir artísticamente un teatro. En Alemania está demostrando gran versatilidad a la hora de programar y una sabia elección de las obras que mejor convienen a su batuta, salidas principalmente del repertorio clásico y romántico. Su principal hándicap es que nunca ha dirigido en Sevilla ni a la ROSS.
A favor: Sus contactos y su prestigio creciente en el exterior. En contra: No ha dirigido nunca a la ROSS ni en el Maestranza.
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