Una cuestión de repertorio
Crítica de Flamenco
CONSENTIDO
Voz y piano: María Toledo. Guitarra: Jesús de Rosario. Violín: Víctor Guadiana. Percusión: Bandolero. Baile: Rober el Moreno. Palmas y coros: Negro Cherokee, Antonio Cortés, Juan San Juan, Ale Larache. Lugar: Teatro Central. Fecha: Martes 17 de mayo. Aforo: Lleno hasta la bandera.
María Toledo combina las melodías dedimonónicas de Frijones o La Serneta con maneras de diva pop. Y la cosa funciona. Al menos en lo que a público se refiere. Su actuación de anoche presentó el lleno más rotundo de lo que llevamos de temporada de Flamenco Viene del Sur. Eso sí, su voz está dotada para retos mayores que el contenido blando, en música y letra, de su nuevo disco, que ofreció anoche en Sevilla. Una cantaora poderosa para un repertorio blandito.
María Toledo abandonó hace unos años la fórmula clásica de decir el cante para buscar un público mayoritario. Eso supone cambiar el mensaje del flamenco tradicional por composiciones propias con títulos elocuentes como ¿Por qué me mientes?, Aléjate de mí o Me hieres que pudimos escuchar ayer. Su voz es un turbión que viene acompañado por la guitarra frenética de Jesús de Rosario y las percusiones de Bandolero. Una energía arrolladora que sacrifica el matiz de manera que es el mismo estado ánimo el que domina todo el concierto. Fuerza, temperamento agresivo y un delicioso timbre vocal, dulce, nervioso y colorido. La cantaora echó mano del repertorio clásico en tangos, bulerías, alegrías o soleares en honor de Paco de Lucía. Y de letras y melodías de nuevo cuño, pero que forman parte del canon flamenco, firmadas por Isidro Muñoz en las alegrías o Juana la del Revuelo en los tangos. Es decir que, aunque sabe a dónde va, no olvida sus orígenes. Me gusta su voz y me gustan sus formas y si prefiero a la María Toledo clásica es por una mera cuestión de repertorio.
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