Un cuento de hadas
Cómics
'Moonshadow', la maxiserie de 12 números creada en la segunda mitad de los años 80, es un tebeo de hadas para adultos, denso, poético, imaginativo y tierno
La ficha
'Moonshadow'. J. M. Dematteis, Jon J. Muth. Panini. 512 páginas. 35 euros.
La Marvel de los años 80, dirigida por Jim Shooter, fue una compañía esquizofrénica. Por un lado, se lanzó sin complejos a conquistar el mercado de superhéroes, realzando la importancia de los personajes frente a la de los autores, explotando el éxito de los mutantes hasta el hartazgo o proponiendo taquillazos como el evento Secret Wars, una fórmula tan novedosa y exitosa como mediocre. Por otro lado, espoleada primero por la explosión de la escena independiente (son los años de Cerebus y Love and Rockets, nada menos) y, después, por el nivel de calidad de la competencia directa (DC resucitó de sus cenizas con joyas del calibre de El Regreso del Caballero Oscuro o Watchmen), Marvel ofreció resistencia con algunos títulos inolvidables, la mayoría de ellos publicados bajo el paraguas del sello Epic.
De Dreadstar (Jim Starlin) a Stray Toaster (Bill Sienkiewicz), pasando por la malograda Void Indigo (Steve Gerber y Val Mayerik), la innovadora Elektra Asesina (Frank Miller y probablemente el mejor Sienkiewicz de toda su carrera), la divertidísima parodia Groo (Sergio Aragonés y Mark Evanier), la excitante (por momentos) revista Epic Illustrated, el desembarco de Akira en Occidente o de Moebius en Estados Unidos, el sello Epic (1982-1996) tuvo su cuota de brillantez (y mucho tebeo prescindible, todo hay que decirlo). La mayoría de lo bueno ha visto la luz en nuestro país, pero faltaba una de las joyas de la corona, la maxiserie de 12 números Moonshadow (1985-1987), escrita por J. M. DeMatteis y pintada por Jon J. Muth. DeMatteis es recordado por el grueso de lectores gracias a tebeos epatantes como La última cacería de Kraven, su larga etapa posterior al frente de las aventuras del Hombre Araña o la encarnación ochentera (y paródica) de la Liga de la Justicia (con Keith Giffen, Kevin Maguire y compañía), aunque sus mejores trabajos son aquellos en los que supo expresar con acierto sus intereses espirituales y filosóficos.
En esa cuerda, DeMatteis firmó en 1985 la interesante novela gráfica esotérica Doctor Extraño: Dentro de Shamballa (con bellas páginas de Dan Green), y llevó las riendas del Doctor Fate entre 1987 y 1991, comenzando con una hermosa miniserie dibujada por Giffen a la que siguió una rompedora serie regular que seguramente sea lo mejor de DeMatties en el ramo de los superhéroes (se puede añadir aquí también la sorprendente miniserie del Detective Marciano, salvajemente dibujada por Mark Badger y editada en 1988).
Moonshadow es el tebeo definitivo de DeMatteis, un cuento de hadas para adultos, denso, poético, imaginativo, pretencioso, verboso y tierno. Se beneficia del bellísimo arte de Muth, que había encontrado un lugar en aquellos años en que estaba de moda experimentar con el coloreado manual, o sea, pintar directamente las páginas. Por desgracia, a Muth lo hemos visto cada vez menos, pero tenemos Moonshadow para asombrarnos de su enorme talento. Máxime en esta cuidada edición, rematada con notas de los creadores y muestras del arte conceptual de la obra.
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