Parejas en el metaverso caribeño
Amanece en Samaná | Crítica
La ficha
** 'Amanece en Samaná'. Comedia dramática, España-Rep.Dom., 2024, 99 min. Dirección: Rafa Cortés. Guion: Rafa Cortés, Javier Canales, Belén López, Marta Sánchez, Emilio Tomé. Fotografía: Pau Esteve. Música: Nacho Mastretta. Intérpretes: Luis Tosar, María Luisa Mayol, Luis Zahera, Bárbara Santa-Cruz, Charles Dance.
Podría ser la versión hispana y cuñadista de aquellas comedias apatowianas de resort y todo incluido del Hollywood de los 2000, pero Amanece en Samaná aspira a jugar en una división más seria y profunda a propósito de la crisis del matrimonio de clase media y la mella del paso del tiempo y las (malas) decisiones en las relaciones de pareja.
Hasta la República Dominicana se marchan de vacaciones dos parejas de amigos, una formada por Luis Tosar y María Luisa Mayol, y la otra por Luis Zahera y Bárbara Santa-Cruz. Los niños se han quedado con los abuelos y por delante les espera un apretado plan de actividades recreativas, baños, barra libre e incluso sexo. En mitad de la juerga, un golpe en la cabeza pone del revés las personalidades, intercambia la conformación de las parejas y abre en canal los secretos y deseos reprimidos entre el grupo.
Basada en una obra de Jordi Galcerán, Amanece en Samaná se hace un poco trampas a sí misma (por lo menos hasta el golpe) y no se decide nunca por el tono a seguir en su juego de suplantaciones y espejismos, tampoco por el ritmo que la convierta en una comedia más allá de los chistes con rima que Tosar y Zahera, en evidente complicidad, se lanzan a cada instante.
Así, uno no sabe bien dónde y cómo ubicarse ante el esperpento lúdico-sentimental, si del lado del patetismo de una masculinidad frágil y desenmascarada o en la amargura sobre las malas decisiones que invade a esa mujer noqueada a través de la cual pasa todo el juego imaginario de la propuesta: logros y carencias de un filme cuya premisa tal vez hubiera sido una mina de oro en manos de nuestro querido Hong Sangsoo.
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