Pedagogía de la inmigración y el exilio

Green border | Crítica

Una imagen del filme de la polaca Agnieszka Holland.

Ficha

** 'Green border'. Drama, Pol-Fra-Rep.Che-Bél, 2023, 147 min. Dirección: Agnieszka Holland. Guion: Gabriela Lazarkiewicz, M. Pisuk, A. Holland. Fotografía: Tomasz Naumiuk. Música: Frédéric Vercheval. Intérpretes: Behi Djanati Atai, Agata Kulesza, Piotr Stramowski.

La veterana directora polaca Agnieszka Holland (Olivier, Olivier, Vidas al límite, El tercer milagro, Copying Beethoven. Mr. Jones) regresa a Europa y sus cuitas contemporáneas con esta Green border en dramático blanco y negro que aborda la agenda de actualidad migratoria desde una perspectiva crítica con las políticas del viejo continente y una confianza algo ingenua en la ciudadanía y el gesto cívico como últimos reductos de un humanismo solidario que ha de recordarnos quiénes somos y de dónde venimos.

La frontera boscosa y alambrada entre Bielorrusia y Polonia se convierte aquí en el territorio para una odisea de penurias y vejaciones protagonizado por una familia de origen sirio hostigada por los soldados que los expulsan continuamente de la zona de exclusión para no hacerse cargo de la situación y no respetar los acuerdos de asilo.

Holland necesita empero salir de ese infinito atolladero de la crueldad e introduce en su película a los activistas polacos o a algunos personajes como ese soldado sobre cuya conciencia irá resonando la injusticia y la deleznable actitud de sus colegas y conciudadanos. Green border extiende más de la cuenta su triple frente narrativo en busca de perspectivas complementarias para el drama que terminan por bajar la intensidad del conjunto en aras de una pedagogía para escépticos que en muchas ocasiones rebasa los límites de lo explícito.

Tan crítica como bienintencionada, va perdiendo fuerza y desdibujando su foco hasta resultar maniquea y contraproducente. Su epílogo en la frontera polaco-ucraniana y su recuerdo final de las cifras de refugiados y víctimas refuerza aún más su llamada de atención y su fe en el cine como agitador de conciencias en una Europa en la que crece el fascismo y la xenofobia.

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