Mujeres kosovares

Desde Kosovo, aunque con impulso del Festival de Sundance, donde obtuvo tres premios en 2021, Colmena nos trae una historia basada en hechos y personajes reales marcada por la lucha de un puñado de mujeres del ámbito rural que intentaron salir adelante y rehacer sus vidas en un entorno fuertemente tradicional y machista mientras esperaban alguna noticia sobre el paradero de sus esposos desaparecidos, asesinados por el ejército serbio en 1998.

Filme de resiliencia y mensaje feminista universal, el primer trabajo de Blerta Basholli sigue de cerca a una de ellas, Fahrije, una mujer fuerte de mediana edad, madre de dos hijos y con su suegro en casa, mientras intenta mantener la entereza y el pequeño negocio casero de miel artesanal con la que fabricar una confitura muy preciada. A su alrededor, las miradas y los gestos condenan su iniciativa y su determinación, de la que se harán también partícipes otras mujeres como ella, hasta el punto de verse constantemente boicoteada cuando no acosada por los hombres de la zona.

Colmena funciona así como un retrato dramático sobrio, claro y efectivo (a veces algo efectista) sobre las consecuencias colaterales de un genocidio en un contexto hostil donde la tradición y el patriarcado determinan las reglas del juego. Un filme sostenido por el cuerpo, la mirada y el sudor de una actriz, Yllka Gashi, que conduce siempre la perspectiva moral de un relato de empoderamiento que ahonda en la memoria histórica de aquel rincón de Europa al tiempo en que lo acerca a un presente donde aún queda mucho por conquistar.