En los sótanos de Reagan

¿Qué mujer (negra) en su sano juicio y en pleno 2022 se quedaría a pasar la noche con un desconocido (blanco) en una casa de alquiler Airbnb en un barrio ruinoso de Detroit? Ninguna, desde luego. Pues así arranca, plenamente consciente de sus muchos retos, esta Barbarian que no deja de subir (o bajar, literalmente) en su apuesta de riesgo, un filme entretenidísimo que desafía las fronteras entre el terror y la comedia (negra) a cada nuevo y sorprendente giro de su trama, un verdadero ejercicio de guía y control del espectador a través del desconcierto y los elementos básicos del género llevados a las últimas consecuencias de su exceso autoparódico.

Zach Cregger mantiene un dominio y una distancia precisa sobre esos clichés del terror, ya saben, los que emergen de esos sótanos de la vida suburbial de clase media como laberintos insondables donde puede esconderse cualquier cosa, para trabajar con sorna ese subtexto sobre la Norteamérica deprimida (tras la era Reagan) o ese otro sobre la masculinidad tóxica en tiempos del #metoo transubstanciados en la forma de un monstruo goyesco dispuesto a aniquilar y devorar a todos aquellos que amenacen su abominable maternidad subterránea.

Que esta película haya recalado en la plataforma Disney+ para su estreno en España es toda una gozosa anomalía que amplifica aún más si cabe su candidatura a futuro filme de culto.