Correcta revisión del mito terrorífico esencial

El hombre del saco | Crítica

Sam Claffin, en 'El hombre del saco'.

La ficha

*** 'El hombre del saco'. Terror, EE UU, 2024, 92 min. Dirección: Colm McCarthy. Guion: John Hulme. Música: Tim Williams. Fotografía: Nick Matthews. Intérpretes: Sam Claffin, Antonia Thomas, Steven Cree, William Hope, Sharon D. Clarke. 

Los protagonistas de los relatos y películas de terror, recordábamos no hace mucho, suelen hacer lo que no debe hacerse e ir donde no debe irse. ¿A quién se le ocurre enterrar el gatito en un antiguo cementerio indio, como sucede en la que quizás sea la más terrorífica novela de Stephen King? ¿No pudo encontrar Marion Crane mejor motel que el de Norman Bates? ¿A quién se le ocurre llamar a la puerta de Leatherface en busca de combustible para la furgoneta hippy? ¿En qué mala hora se le ocurrió a Melanie llevar unos periquitos a Bodega Bay?

El hombre del saco -personaje que goza últimamente de gran predicamento en el cine- es otro caso de ir donde no se debe ir. Y eso que el protagonista estaba avisado por sus propias pesadillas infantiles, pese a lo cual vuelve con su mujer y su hijo a la casa familiar en la que el hombre del saco estuvo a punto de llevárselo. Y allí sigue, años después, porque los monstruos y seres malvados de toda clase son muy fieles a los lugares en los que perpetran sus fechorías.

La dirige con corrección el británico Colm McCarthy, realizador televisivo de gran trayectoria (Sherlock, Endeavour, Peaky Blinders) con poca pero apreciable obra cinematográfica (Outcast, Melanie, la chica con todos los dones) logrando dar unos cuantos sustos casi siempre a base de efectos, pero también creando momentos de densa, oscura atmósfera, en la que -como suele suceder- lo intuido da más miedo que lo explícito. Es interesante el juego entre lo imaginado y lo real, entre las obsesiones infantiles proyectadas en la relación presente padre e hijo y la visualización de la amenaza nada imaginaria que acecha a este. Apuntes que se deben al buen guión de John Hume, escritor de relatos infantiles que se basa en sus experiencias. Buena interpretación de Sam Claffin, un buen actor lanzado sobre todo por Los juegos del hambre pero con una interesante trayectoria (Su mejor historia, Mi prima Raquel, Senderos de honor, Última noche en el Soho) que hace creíble, en su impotencia, su fuerza, su miedo y su arrojo, al protagonista.    

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