El humor "romanísimo" de Pepe Quero
Festival de Mérida
El director estrena en el Festival de Mérida 'La comedia de la cestita', con Álex O’Dogherty y María Esteve.
"Con esta pandemia", dice, "el cómico se ha convertido en un sanitario del alma"
Pepe Quero, uno de los nombres fundamentales de la escena andaluza y fundador de la mítica compañía Los Ulen,Los Ulen debuta esta semana en el Festival de Mérida como director de La comedia de la cestita (Cistellaria), una adaptación de Plauto que se verá en el Teatro Romano hasta el domingo, un enredo protagonizado por Álex O’Dogherty, Mariola Fuentes, María Esteve, Jimmy Barnatán e Itziar Castro que sus creadores conciben como una oportuna réplica a la pesadumbre generada por el coronavirus. "Con esta pandemia y este bicho cruel", sostiene Quero, "el cómico se ha convertido en un sanitario del alma, alguien que puede apartar el dolor, hacer que vuelva la carcajada y que se vaya el llanto. Este año van a triunfar las comedias", anticipa el director, "que no estamos para tragedias ni para dracmas", dice, haciendo un juego de palabras entre la moneda y el género teatral.
Quero (Granada, 1960) aborda, con la ayuda de la dramaturga Pilar G. Almansa, que ha escrito la versión, una obra "precoz" de Plauto en la que no obstante el autor romano ya mostraba su maestría. "Trabaja con arquetipos interesantes como el de los enamorados o el viejo avaro, y habla de temas que podrían ser actuales, como el robo de niños que ocurrió aquí en España hace unas décadas", comenta el director. En el enredo que planteaba Plauto, la joven Selenia está enamorada de Alcesimarco, pero el padre de él recela por la condición plebeya de la chica. Aún no se ha destapado la verdad: que la muchacha es hija de una patricia, Fanóstrata, que la abandonó en una cestita y que ahora la busca...
"Al original de Plauto", indica Quero, "no le hemos tocado ni una coma, pero su obra llegó al presente fragmentada como tantas otras. Se enuncian algunas cosas que pasan, pero esas escenas faltan", explica el responsable del montaje. "Y se nos ocurrió una estrategia: ambientar el espectáculo en el año 15 a. C., cuando el teatro de Emérita Augusta va a ser inaugurado e invitan al mismísimo Plauto a ese acontecimiento, aunque en realidad es un tipo que se hace pasar por él. Plauto ya ha muerto, pero como entonces no se enteraba la gente...", resume Quero, orgulloso de una propuesta que "con su vestuario, sus chanclas, su maquillaje de época" ha quedado "muy romana, romanísima", bromea, y que, además, se representa en el Teatro, también Romano, de Mérida. "Yo no soy religioso, pero sí espiritual, y este sitio tiene unas energías... Aquí se respira Historia con mayúsculas, pero también la historia de las artes escénicas, aquí han actuado desde Margarita Xirgu hasta Concha Velasco. Hay tanta magia que se te abren los camerinos sin que hayas tocado la puerta", asegura.
El director está "flipando" con el reparto que tiene a sus órdenes. Álex O’Dogherty, dice, "parece una estatua, con la túnica y el cuerpazo que tiene está que se sale de guapo, y canta como Dios. Es un Plauto estupendo pero también está muy convincente como avaro", celebra. De Mariola Fuentes le asombra "lo curranta que es: llega al escenario antes de que empiece el ensayo, si está el vestuario se lo pone... Si le dices que haga equilibrismos con una botella o que se caiga y se moje el culo, ella lo hace sin miedo, y lo borda".
Para La comedia de la cestita, Quero ha reclutado también a Itziar Castro, que triunfó el pasado año en Mérida con La Corte de Faraón y que interpreta a Gimnasia, "y, claro, va ataviada con cintas en plan Nadia Comaneci. Es divertidísima, y tiene un registro de soprano que canta góspel asombroso". María Esteve, entretanto, "no tiene rastro de divismo, pese a ser hija de quien es [Antonio Gades y Pepa Flores] y es una cómica como la copa de un pino. Hace de jovencita, y pega unos saltos y juega a la comba de manera tan creíble que uno se pregunta: ¿Pero dejan que trabaje aquí gente de 15 años?".
Quero presenta en Mérida su nuevo montaje una semana después de que su compañero en Los Ulen Paco Tous estrenara allí Anfitrión de Molière. "Él ya tenía el compromiso y yo no podía contar con él, pero el maldito me dijo: ¿Para qué vas a dirigirme otra vez si te has llevado 35 años haciéndolo?", rememora divertido. "Vine a ver su bolo, y él y Pepón Nieto están geniales, pero también le confesaré algo entre nosotros: a mí me gusta más nuestra obra". El pasado año, Quero y Tous repasaban su trayectoria conjunta en el documental Nos salvará la risa. Hoy, después de la conmoción del coronavirus, ese título cobra una inesperada vigencia.
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