Una colección sin colección

La delegada de Presidencia y Cultura del Ayuntamiento, Maribel Montaño, acompañada de Vicente Carranza y su esposa, ha realizado una visita de seguimiento al montaje de la exposición de la Colección Carranza de cerámica, en el Alcázar.

Montaño ha explicado que es un proyecto "único" porque supone la exposición de la mayor colección de cerámica de Triana del mundo. Sin embargo, no podrá verse completa en el Alcázar, donde sólo se colocarán las piezas que datan desde el siglo XII hasta el XIX y que suman unas 200. Las más actuales se mostrarán en el Centro de Cerámica de Triana.

La colección Carranza se hace esperar. from Joly Digital on Vimeo.

La delegada ha querido agradecer "su generosidad" a Vicente Carranza y a su esposa, Pepita, que llevan 14 años ampliando esta colección. Vicente, que tiene ya 82 años y lleva trabajando desde los 8, ha comentado que "esto es un sueño" para él y que está "contento, pero no satisfecho", porque no se va a exponer la colección completa. Además, se ha mostrado orgulloso de poder llevar su nombre y el de su hijo al Alcázar.

Por su parte, el diseñador, Ulf Eberspaecher, ha explicado cómo quedarán confeccionadas las tres salas. El suelo será de madera y las paredes estarán recubiertas con grafismos de gran tamaño que simbolizan "la cerámica moderna", aunque casi todas están aún sin revestir. En el centro se colocarán vitrinas explicativas y, en el suelo, se reproducirán vídeos para que se puedan ver las piezas en grandes dimensiones. Ulf ha explicado que quedan 14 días para terminar la obra y, luego, se colocarán las piezas.

El comisario de la muestra, Alfonso Pleguezuelo ha comentado que la exposición contiene piezas muy valiosas, desde un fragmento de alicatado del siglo XIV hasta piezas medievales o lozas barrocas.

La exposición se inaugurará antes de fin de año, probablemente durante el próximo mes de noviembre. Al principio, las salas tendrán una doble utilidad; tres se dedicarán a esta exposición permanente y otras dos a exposiciones temporales propias del Alcázar. Sin embargo, no se descarta que, finalmente, se trasladen todas las piezas al Alcázar y se dediquen todas las salas a la Colección Carranza.