El Cervantes reanuda su historia de amor con Sevilla

Un azulejo colocado a la entrada recuerda uno de los acontecimientos de los que fue testigo ese edificio: "En la cuna de este Teatro de Cervantes, mecida por la canción arrulladora del aplauso, nació en la noche del 30 de enero del año 1888 Esgrima y amor, comedia inicial de los Álvarez Quintero". 15 años antes de que los autores debutaran, en 1873, se había abierto ese coliseo diseñado por el arquitecto Juan Talavera de la Vega, un espacio que desde entonces atrajo a los sevillanos con su oferta escénica y musical. El Cervantes nunca perdería su lugar destacado en el corazón de la ciudad, un vínculo que se adaptaría a los nuevos tiempos cuando, a partir de 1953, esos muros empezaron a albergar sesiones de cine. Muchos espectadores descubrieron el placer de la evasión y la posibilidad de conocer otros mundos en las historias que salían de aquel proyector, y tuvieron su educación sentimental en esta sala de la calle Amor de Dios.

Hoy, el Cervantes vuelve a la vida después de que la pandemia cerrara sus puertas y reabre tras haber sido sometido a algunas reformas y con su tecnología renovada gracias a la inclusión del sistema DAS (Dolby Accessibility Solution). "Se hubiera perdido una parte importante de la ciudad si no hubiésemos hecho esta apuesta", afirma Segismundo Hernández, de la empresa Unión Cine Ciudad, quien defiende que asistir al Cervantes supone "una experiencia" en la que conviven "lo tradicional y lo moderno". Entre otras acciones se ha intervenido en la lámpara y el techo, se han eliminado humedades en las paredes y se han reemplazado las antiguas cortinas por una réplica encargada a la misma empresa que colocó las anteriores hace 30 años. "Estamos pendientes también de que nos autoricen una rampa", explicó Hernández, "porque este inmueble es un edificio protegido [declarado Bien de Interés Cultural] y no se pueden hacer cambios sustanciales sin permiso".

La proyección de Mamacruz, con su protagonista Kiti Mánver y la directora Patricia Ortega, abrirá este viernes una programación especial cuya recaudación íntegra será para la Asociación Autismo Sevilla. El documental Vermeer: la mayor exposición de la historia y La contadora de películas, una película "bonita, al estilo de Cinema Paradiso" que viene de inaugurar la Seminci (el sábado), una Carmen protagonizada por Elīna Garanča desde la Arena di Verona (el domingo); el documental Tiempo de zarzuela y el preestreno de Un amor, la adaptación de la novela de Sara Mesa que firma Isabel Coixet (lunes) y dos clásicos, el Barry Lyndon de Stanley Kubrick y El exorcista, con el montaje de su director William Friedkin (martes) completan el calendario con el que Cervantes celebra su vuelta, a la que contribuyó el impulso generado por la plataforma ciudadana #Cervantesescine.

Los responsables de esta sala emblemática, que cumple 150 años de su apertura como teatro y 70 desde su transformación a cine, continuarán con la exhibición de estrenos, pero dedicarán atención también a los clásicos y a las versiones originales. "Va a haber muchos proyectos para los cinéfilos", adelantó Hernández, aunque será "difícil" por el coste añadido que supone esta línea. "Y este cine no tiene rentabilidad, con los gastos de suministros, el personal, la limpieza, el aire acondicionado", añaden desde UCC. Por eso, insistieron los propietarios del proyecto pero también Ignacio Camacho, de la Asociacion de Defensa del Patrimonio Historico - Artistico de Andalucia (Adepa), resulta "necesario" el apoyo de las administraciones para la continuidad.

El Cervantes, como ya anunciaron desde el Ayuntamiento de Sevilla, será una de las sedes del Festival de Cine Europeo. "Habrá proyecciones y coloquios, y aquí se desarrollará la parte de cine infantil y juvenil. Nos hace mucha ilusión que las nuevas generaciones accedan a nuestras proyecciones", apuntó Hernández, que destacó el estreno, dentro de la programación del SEFF, de Sembrando sueños, el documental que ha dirigido Alfonso Sánchez sobre los Álvarez Quintero, en el mismo teatro en el que los dramaturgos iniciaron su carrera. Pasado y presente vuelven a unirse en este lugar cargado de Historia.