El año en que volveremos a disfrutar
Música
La Sala Cero programa de nuevo su Ciclo Almaclara, una oferta que reivindicará a diversas compositoras en el contexto de su época y que ofrecerá diez conciertos a lo largo del curso
La Sala Cero programa un año más el ciclo Almaclara. Clásica en escena, una iniciativa que contempla diez conciertos a lo largo del curso 2021-2022 y con la que sus responsables quieren "agradecer" al público la fidelidad en tiempos difíciles. "En estos meses previos tuvimos que cancelar algunas actuaciones casi sobre la marcha, por los protocolos de la pandemia, y pese a ello notamos el apoyo de la sala y de los espectadores, que siempre que pudimos dar los recitales se volcaron", recuerda la directora de la Orquesta Almaclara-Inés Rosales, Beatriz González Calderón, que concibe la próxima temporada, "tan bonita y exigente", como un regalo "para ellos, pero también para nosotras, que queríamos permitirnos el disfrute".
Almaclara prosigue en esta ocasión con su labor de rescatar a autoras, "pero teníamos que dar un paso más y contextualizarlas un poco", señala la violonchelista. "Es verdad que nuestro público conoce ya a Fanny Mendelssohn o a Clara Schumann, pero igual no termina de ubicarlas en su época. Este año queríamos integrarlas en su momento, ver qué estaban haciendo mientras esos grandes músicos de los que se ha sabido más estaban componiendo sus obras. En la mayoría de los programas conviven autores y autoras para darles una mayor tridimensionalidad a estas últimas", apunta González Calderón.
En el arranque de la temporada, el 22 de septiembre, el Cuarteto Almaclara-Inés Rosales hará viajar al público a otros territorios con Música para un mundo nuevo, una cita en la que sonarán piezas de Antonin Dvorak (Cuarteto Americano, nº 12, Op. 94) y Teresa Carreño (Cuarteto de cuerdas). "Dvorak cambia cuando va a Estados Unidos, empieza a integrar las armonías que descubre, y de ahí surgen tanto la Sinfonía del Nuevo Mundo como este Cuarteto americano en el que se advierten reminiscencias que no están en Europa", analiza la directora del conjunto. "Y Carreño posee un espíritu más latino y apasionado, rasgos caribeños, pero mezclado con la tradición europea: por momentos suena a Brahms y por momentos te está llevando a otros lugares".
Seguirá a este programa Esto no es otro concierto de música clásica, el 21 de octubre, un monólogo en el que González Calderón recorre la historia de la música desde que se inventó el violonchelo, otra muestra de la imaginación y calidez que esta intérprete familiarizada con el teatro –estudió también Escenografía y completó su formación en Viento Sur– imprime a sus conciertos. "Hice primero un espectáculo sobre Bach en el que me metía en la piel de Anna Magdalena; después, otro sobre Chopin en el que era George Sand... Después de eso me apeteció apostar por algo distinto, con más humor, porque yo soy una persona irónica, de Cadiz, un lugar donde le sacamos punta a todo", explica sobre una pieza en la que simula estar en el camerino, preparándose para un concierto. "Vamos, que voy en bata", añade entre risas. "Creo que es interesante mostrar a la persona que hay detrás, sugerir lo que aporta cada uno cuando está tocando. El alma que ponemos es lo que da vida a la música", defiende.
En la estela del festival que acogía San Isidoro del Campo, Almaclara ha diseñado para noviembre el "miniciclo" Una velada musical con..., una mirada al Romanticismo europeo que inaugurará el día 10 un encuentro con los hermanos Mendelssohn. De Fanny se interpretará su Cuarteto de cuerda, "una maravilla muy desconocida para el gran público, pero que tiene una intensidad, una riqueza emocionantísimas", valora González Calderón. Esa noche se oirá también el Cuarteto de cuerda nº 6, Op. 80 "que Felix compuso después de que ella muriera inesperadamente de un derrame cerebral fulminante, como le ocurriría a él poco después. Es una obra desgarradora, en la que retrata a la hermana y en la que se vislumbra también la rabia por la pérdida". El resto de veladas, para las que se puede comprar un abono conjunto de 30 euros, se centrarán en el matrimonio Schumann y la relevancia del piano (17 de noviembre) y en las nuevas vías por las que transitará el Romanticismo (el 24 de ese mes) con piezas de Johannes Brahms, Amy Beach y Piotr Illich Tchaikovsky. "Brahms seguirá la estela conservadora que son los Mendelssohn y los Schumann; Tchaikovsky encarna esa vertiente con un tinte ya nacionalista, más desbordada; y Amy Beach representa el espíritu postromántico", analiza la violonchelista.
Convencidas de que "una hora de un concierto en directo aporta más que un curso entero frente a un libro de texto", las componentes de Almaclara abordan de nuevo Con cuerdas... y a lo loco, un recital de corte familiar programado el 18 y el 19 de diciembre en el que divulgan "la función de cada instrumento, con cierta caricatura: el violín primero está siempre muy serio y quiere ensayar, la viola va como loca... Interactuamos mucho, también con los padres, y los niños salen pensando que la música clásica no es esa cosa aburrida que creían", añade González Calderón sobre un proyecto que también irá de gira por la provincia gracias a la Diputación de Sevilla.
La directora de Almaclara se enfrentará de nuevo, junto a Daniel Díaz (piano) y Luis Vicente Martín (percusión), el mítico West Side Story que estrenaron a propósito del centenario de Bernstein y que interpretarán el 14 de febrero. "Un año nos tocó dar por casualidad un concierto en esa fecha y a la gente le encantó celebrar San Valentín así. Desde entonces hemos buscado algún drama épico, de sentimientos, de amores imposibles y muerte...", dice entre risas. "Volver a West Side Story era algo que nos habían pedido".
No podía faltar, dada la trayectoria de la Orquesta Almaclara-Inés Rosales, la celebración del 8 de marzo, día para el que preparan La voz interior. Mujeres en la historia de la música, con el que la formación dará a conocer "a esas mujeres, contaremos sus biografías, qué hacían, nos preguntaremos por qué no han llegado hasta ahora y qué podemos hacer para que lleguen", anticipa González Calderón.
El 30 de marzo el ciclo ofrece su particular concierto de Cuaresma, Las siete palabras de Haydn. "Lo hicimos con proyecciones hace dos años y esta vez lo interpretamos con danza contemporánea, con Leticia Gude, una bailarina muy expresiva, muy elegante, que puede ayudar al público a entrar en la música. Cuando repetimos obras, nos gusta darles una vuelta para que el público no sienta que no aportamos nada nuevo".
Cerrará el curso el 11 de mayo Libre pero feliz, un programa que da cobijo a Johannes Brahms –suyo es el lema que da título a la noche– y a Amy Beach. "De ella han dicho siempre que tiene mucha influencia de Brahms, y queríamos ponerlos a dialogar a los dos", concluye González Calderón sobre una temporada que será "intensa y muy emocionante". Las entradas y abonos ya se pueden comprar en la web www.salacero.com.
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