Cervantes bien pudo ser mujer

Tras la inauguración, el jueves, con la obra Humor negro de Asaari Bibang daba comienzo la edición 2024 del feSt que llenará de propuestas escénicas lo que queda de este fin de semana y el próximo.

Teatro Viento Sur ha apostado por la recreación que la gaditana Aida Santos-Allely hace de una pícara que bebe de los textos de Miguel de Cervantes en una dramaturgia que une poemas, trozos de obras del ilustre manco como La Numancia o entremeses perfectamente engarzados por textos de la propia Aida que dan consistencia a una pieza teatral que recupera al bululú (intérprete que da vida a todos los personajes que aparecían en la pieza). A lo largo de catorce personajes, como si de un lazarillo se tratase, Santos-Allely realiza dos homenajes, el primero a la figura de Cervantes, del que pone en valor sus obras dramáticas, forzosamente eclipsadas por la fuerza del Quijote y por el apabullante éxito del que disfrutó el teatro de su contemporáneo Lope de Vega.

El segundo homenaje se lo hace, sin duda, a la actriz que lleva dentro. Se somete a un tour de force contra ella misma dirigiendo, escribiendo e interpretando a un personaje que no existió, Cervantes nunca tuvo a una mujer como pícara protagonista. Aida la crea para reinvidicar a la mujer, sobre todo, a las acrices, y a la que le da vida demostrando una técnica impecable y la misma versatilidad que el vestuario de Mª Rosa Allely que dota a sus personajes de singularidad con su camaleónico diseño.