Tres en la carretera

"Siempre he sido reacio a compartir escenario, pero ellos lo han conseguido -dice Loquillo en referencia a sus compañeros, Ariel Rot y Leiva-. En una época como ésta, difícil, hay que compartir. Y no sólo entre nosotros, también con el público". Bajo esa premisa, la gira Uno de los nuestros, que reúne a los tres músicos en un espectáculo conjunto, arrancará el próximo 6 de junio en el Palacio de Vista Alegre de Madrid, recalará el 8 del mismo mes en el Poble Espanyol de Barcelona y cerrará, a falta de confirmar nuevas fechas, el día 28 en el Palacio de Deportes Martín Carpena de Málaga.

Organizada por la división española de la promotora Live Nation, que por primera vez produce un espectáculo de estas características con grupos nacionales, Uno de los nuestros concentra su potencial comercial en torno a una apuesta intergeneracional apropiada para tiempos de vacas flacas, en los que salir a la carretera con un montaje de grandes dimensiones se antoja complicado. "Es un proyecto de Live Nation, que ha considerado que valía la pena apostar por el rock hecho en Esapaña -explica Loquillo-. Contactó con cada uno para saber si estábamos interesados en el proyecto. El poder salir ahora mismo de gira tres artistas como nosotros, tres referencias del rock en español, nos lleva a pensar que tenemos que unir fuerzas para hacer un buen espectáculo. Creo que ir más allá de eso es entrar en otra dinámica".

"En cualquier otro momento que nos hubieran hecho esta propuesta, en la época de las vacas gordas, yo por lo menos lo hubiese aceptado -confiesa por su parte Ariel Rot-. Más allá de que la infraestructura se comparte y de que los nombres también suman, siempre hemos disfrutado de un encuentro en cualquier ciudad, tocando con el Loco, tocando con Leiva, en Madrid o donde sea. Aquí somos tres y eso para nosotros es una fiesta".

Hasta el momento, se sabe que el espectáculo tendrá una duración aproximada de tres horas y que reunirá a los tres músicos en el arranque y en la despedida. "Nos falta lo de en medio", confiesa Leiva, quien apunta que, no obstante, "habrá oportunidad de ver a cada uno de los músicos con su banda y haciendo su repertorio".

"Creo que va siendo hora de hacer una gira de este calibre -afirma Loquillo-. Somos tres individualistas, evidentemente. Pero esto es como el baloncesto: un juego individual que termina siendo de equipo. Eso es lo que va ser esta gira, unos individuos que trabajan juntos en beneficio de show. Y con un background tremendo, que son todas nuestras canciones, muchas de ellas importantes en los últimos treinta años de este país".

Respecto a éstas, y cómo podrán verse afectadas por el nuevo envoltorio, Ariel Rot avanza que "vamos a empezar a ensayar cada uno por su cuenta y luego nos juntaremos unas semanas. Hay canciones que van a cambiar, evidentemente. Una canción de Loquillo cantada por los tres, o una canción mía cantada por el Loco, va a ser distinta. Pero no estamos buscando específicamente sorprender, porque me parece que esas canciones ya son clásicos".

A la espera de comprobar sobre la marcha cómo funciona el invento -lo que en términos mercantiles se traduce en la posibilidad de ampliar la gira, hacer las américas y comercializar productos derivados, como discos y deuvedés-, Loquillo recuerda que "éste no es un negocio corporativista, nunca ha sido subvencionado" y valora el hecho de haberse curtido frente a la adversidad, una ventaja en tiempos difíciles. "Estamos acostumbrados a trabajar en estas condiciones", comenta recordando "cómo estaba España cuando llegó Ariel" desde Argentina para dar forma a Tequila, con el franquismo dando sus últimos coletazos, o "como estaba a principios de los 80, cuando empecé yo… Las hemos visto de todos los colores y por lo tanto estamos acostumbrados a tirar para adelante en las peores situaciones posibles".

"Al margen de la parte económica, el rock ha sido siempre algo cíclico. Estamos viviendo uno de los momentos de máxima indiferencia ante el rock -considera Ariel Rot-. Esperamos que con esta gira el público despierte y vuelva a darse cuenta de que tres horas de rock pueden ser igual de emocionantes que un partido de fútbol".