Un trío (en) vivo
Brad Mehldau Trío | Crítica
El pianista norteamericano Brad Mehldau ofreció en Sevilla un notable y exquisito directo a la cabeza de su trío
La ficha
**** Brad Mehldau Trio. Brad Mehldau: piano. Larry Grenadier: contrabajo. Jeff Ballard: batería. Lugar: Teatro de la Maestranza. Fecha: Domingo, 19 de febrero. Aforo: tres cuartos
Aunque su discografía no presenta un trabajo en trío desde aquel Seymour Reads The Constitution! de 2018, Brad Mehldau es consciente de las fortalezas de un formato que ha expresado, en dura competencia con el piano solo, su verdadera dimensión creativa. Con esta estructura instrumental volvió a Sevilla, casi seis años después, para iniciar una gira española de seis fechas y cinco ciudades, espoleada por la reciente publicación de Your Mother Should Know: Brad Mehldau Plays The Beatles (Nonesuch; 2023).
Sin embargo, ni una sola de las versiones del cancionero de Lennon, McCartney & Harrison que integran el álbum formó parte de un guion que prefirió remitirse estrictamente a los setlists que el trío acometió en sus giras hace un lustro, rematado, eso sí, en el segundo bis por un And I Love Her del cuarteto de Liverpool, aplaudido por la audiencia desde sus primeras notas y que ya fue grabado anteriormente por Mehldau tanto en solitario como en trío.
No es el repertorio una cuestión baladí en la música de Mehldau. Su propuesta se desarrolla condicionada por una selección que, tras arrancar con un Unrequited de cosecha propia, saltó del Got Me Wrong de los paladines del grunge Alice in Chains al cinematográfico Si tu vois ma mère de Sidney Bechet – “una bonita canción”, apostilló en español– erigido en uno de los más inspirados episodios del directo. Si a ello sumamos un pianismo que igual se recrea en el contrapunto de Bach que cita a Chopin con C Minor Waltz que a Charlie Parker o a Bill Evans, habrá que hilar muy fino para llevar a terreno propio una propuesta tan versátil. Lo cierto es que el pianista de Jacksonville, Florida, ha logrado ese objetivo y así lo expuso en este concierto, barajando con autoridad y una mano izquierda portentosa, melodía y armonía, espacios y tiempos. Por el contrario, no logró evitar ecos de cierto automatismo cuando apeló a un patrón clásico, encarnado por su lectura de In the Still of the Night de Cole Porter, donde perdió carácter, equiparándose al lugar común con una conducta menos distintiva aunque técnicamente impecable.
Volcado en el piano desde su bajo taburete y haciendo gala de esa elegante frialdad que lo caracteriza, Mehldau confirmó también la telepática comunión con un Grenadier fluido en soportes e intervenciones y un Ballard presto a armonizar gestos de intensa sutileza con vistosos solos, baquetas al aire incluidas. El trío sonó compacto y engrasado en su confluencia, fruto de años de asociación y de profunda comprensión de un catálogo que enlaza la presencia compositora del líder -Green M&Ms sirvió de ejemplo– con la recreación de estándares del peso de un hermoso All The Things You Are. Cinco años después de su última huella discográfica y sin apenas testimonio del esperado perfil Beatles, Brad Mehldau Trio optó por inyectar vitalidad a un proyecto de cotizado bagaje, a la espera de gestos que reevalúen su crecimiento.
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