Beatriz Arjona: instrucciones para experimentar otras vidas
Cine
La actriz de la serie ‘Operación Barrio Inglés’ estrena en los cines ‘Solos en la noche’ y presenta en el Festival de Toronto ‘Fin de fiesta’
'Solos en la noche', un relato familiar que salta a la pantalla
Como tantos otros intérpretes, la actriz Beatriz Arjona (Sevilla, 1983) observaba de niña con asombro las aventuras que reservaba el mundo y fantaseaba con un destino que no tuviera límites ni conociera el tedio de la rutina. “Quería convertirme en astronauta, en peluquera, en dentista… No es que un día quisiera ser algo de esto y al día siguiente deseara otra cosa, más bien es que quería serlo todo. Y un día tuve una especie de pálpito: trabajar como actriz iba a permitírmelo”, recuerda. Arjona puede confirmar décadas después que no erraba en sus predicciones, a la luz de los proyectos que ha encadenado últimamente, la serie Operación Barrio Inglés y las películas Solos en la noche y Fin de fiesta. “No siempre tienes la opción de elegir tus personajes, en esta profesión entras en un determinado perfil, te ven de una manera concreta y resulta difícil escapar de ahí. Pero Amparo, Carmen y Lupe no pueden ser más diferentes”, asegura entusiasta una profesional que con su oficio ha podido ir recorriendo las aristas del complejo material humano.
El viernes llegó a los cines Solos en la noche, en la que el director cordobés Guillermo Rojas recrea, en una comedia que derrocha amor por sus personajes, el miedo a las represalias de un grupo de abogados laboralistas durante la noche del 23-F. Pablo Gómez Pando, Andrea Carballo, Félix Gómez, Alfonso Sánchez y Paula Usero completan un reparto “en el que cada uno venía de lugares muy diferentes, pero hemos conectado muy bien a la hora de trabajar”. Su Carmen es una activista que ha sido madre y que esa tensa medianoche se planteará “qué mundo quiere para su hija y para ella. Casi ninguno de nosotros había nacido cuando ocurrió el 23-F, pero la película dialoga con nuestro presente, nos advierte de que podemos perder esos derechos conquistados si no seguimos luchando. En los pases que hemos hecho se nos acercaba mucha gente emocionada porque recordaba cómo vivió el golpe de Estado, y en esas proyecciones pensé en algo que me gusta mucho de Carmen: que es una mujer muy interesante, pero también frágil. Últimamente parece que los personajes femeninos potentes sólo pueden ser fuertes”, opina.
Arjona ha vuelto ahora del Festival de Toronto, donde presentó Fin de fiesta, de Elena Manrique, un largometraje que en octubre competirá en la Seminci. “Era la primera vez que la película se proyectaba con público, y además en otro país. Íbamos con muchos nervios, nos preguntábamos si entenderían los temas que se tratan, la relación entre clases, las desigualdades sociales, las dinámicas de poder, y el tono de comedia negra en que se aborda. Pero la acogida ha sido fabulosa, el público debatió y entendió lo que queriamos contar”, afirma la actriz sobre su paso por el certamen canadiense.
Si en Fin de fiesta Arjona encarna a la criada de un cortijo andaluz, cuyo orden se trastoca con la llegada de un inmigrante que se esconde allí, en Operación Barrio Inglés, que emitió TVEeste año, la intérprete afrontó un papel en las antípodas, la dueña de un club en la Huelva de los años 40, un “nido de espías” durante la Segunda Guerra Mundial. “Los creadores de la serie me dijeron que para Amparo se habían inspirado en el Humphrey Bogart de Casablanca, y eso me pareció maravilloso. Esa mujer que intenta poner paz entre ingleses y alemanes, que se maneja en un mundo donde en cualquier momento puede explotar una bomba o alguien puede sacar una pistola, me quedaba muy lejos, pero los equipos de vestuario y de maquillaje y peluquería me ayudaron a construir el personaje. Interpretarlo ha sido una fantasía”.
Arjona, que en cine y televisión ha trabajado con directores como Laura Hojman, Jota Linares y Enrique Urbizu, y que recibió una Biznaga de Plata en el Festival de Málaga por Casting, de Jorge Naranjo, ha encontrado otro hogar en el teatro, donde destaca su alianza con Teatro a Pelo y La Ejecutora. “Con Julio [León Rocha] y Fran [Pérez Román] hay un proceso de colaboración en el que cada uno aporta y el resultado es estupendo. En Las dependientas quise bailar claqué en un momento, en Las que arden volqué algo de mi relación con el mar. Pones algo de ti misma en las obras, y eso es bonito”. En los últimos años, Arjona ha girado con Otra vida, escrita y dirigida por Oriol Tarrason y coprotagonizada por Beatriz Carvajal, Jesús Castejón y Juan Gea. “Era una propuesta muy distinta, teatro de texto, un canto a la vida que defiende que envejecer puede ser bello, pero ha sido un lujo estar al lado de gente con tantas tablas y tanta vida, que te enseña tanto”, valora la actriz, que prepara junto a Tarrason Una parcela en la luna, una pieza “que tiene algo de Chéjov y algo de Kaurismaki”. Y en el horizonte asoma otro deseo: seguir alternando Madrid y Andalucía. “Hay una falsa creencia de que si te vas a otro lugar es que has abandonado tus orígenes, pero no es así: lo que haces es experimentar, crecer, para poder ofrecer todo lo que has aprendido cuando vuelves”, concluye.
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