Con Bach siempre es Feliz Navidad

Bach, sólo Bach, siempre Bach. Soli Bach Gloria, remedando la invocación con la que el cantor de Santo Tomás encabezaba sus partituras. Y si se trata de una selección de sus ciclos de cantatas hablamos ya de una de las cumbres irrepetibles de la Historia de la Música. Escuchándolas no acaba uno de entender los reparos que los gestores eclesiásticos de Leipzig ponían a la música de Bach, tal es la infinita inventiva melódica y contrapuntística desplegada.

Ha sido, pues, una gran iniciativa de la OBS cerrar el año con esta selección de sinfonías, arias y dúos de las cantatas bachinas, máxime contando con dos voces de categoría como las de Manon Chauvin y Víctor Cruz. Chauvin posee una voz angelical, de timbre dulce, a mitad de camino entre la voz blanca y la voz impostada, con muy poca vibración pero perfectamente articulada y proyectada, de manera que eran reconocibles incluso los sonidos en pianissimo. La línea de canto es delicada y cuidada en todos los detalles expresivos, con excelente uso de reguladores y atención a la palabra y sus acentos, como los que colocó sobre Tod o sobre Mein Jesu en su primera aria. Por su parte, Cruz también lució una emisión clara y ágil, con bellas vocalizaciones (Gelobet) y amplio fiato. Excelentes graves y agudos algo descoloridos puntualmente. Ambos cantantes dejaron momentos bellísimos en los dúos, como la deliciosa pastoral BWV 140, con las voces trenzándose en arabescos.

Sebastián dirigió con buen ritmo y riqueza de detalles expresivos, marcando con eficacia los tiempos y permitiendo que la OBS brillase con el sonido empastado y brillante que la caracteriza. Apenas se le escuchaba el clave por su disposición. Ignacio Ramal, Jacobo Díaz y Alejandro Casal triunfaron en sus solos.