Del asfalto a los escenarios
La Fundición acoge mañana y el miércoles el primer espectáculo en un teatro de los bailarines de 'break' Crazy Zoo · En 'Animals' Party' aúnan este lenguaje urbano con la danza contemporánea dirigidos por Fernando Lima
Al principio no se conocían entre sí pero todos bailaban en las calles. En Pino Montano, en Montequinto, en Gines, en Santa Aurelia. Distintas localizaciones para una pasión común: el break dance. "El b-boy nace en la calle, se alimenta de la calle. Nosotros, además, crecimos oyendo el eco de la fama de grupos como los Dynamic Flyers y Freeze Rockers, que incendiaron la escena sevillana de los años 80", evoca Manuel Acuña García, uno de los integrantes del colectivo Crazy Zoo, formado en 2003 y reconocido como uno de los más importantes de la danza urbana andaluza.
Este martes y miércoles, Acuña junto a otros tres b-boys (bailarines de break) estrenarán en la Sala La Fundición su primera experiencia como compañía de baile profesional: un trabajo titulado Animals' Party que aúna este lenguaje urbano con la danza contemporánea. La pieza ha sido dirigida por el coreógrafo Fernando Lima, que ya había trabajado con varios de estos veinteañeros en talleres de hip hop y para quien esta colaboración ha supuesto uno de los retos más estimulantes de su carrera profesional. "La cantera sevillana de b-boys es apasionante y me interesan las mezclas que están realizando con otros lenguajes. Valoro mucho la capacidad creativa de estos jóvenes y su deseo de querer ser más, profesionalizarse y volar. Yo simplemente les ofrezco un trampolín", señala Lima, a quien todos estos jóvenes que exhiben con descaro sus tatuajes y piercings tratan con el mayor respeto y admiración.
Algunos de ellos, como Daniel Gómez Montilla y Sergio Fuentes, han pasado incluso por los talleres del Centro Andaluz de Danza aunque, confiesan, no llegaron a dar clases con Blanca Li, firme defensora de la introducción del hip hop en los planes de enseñanza de los conservatorios de danza. Fernando Lima destaca la hibridación de lenguajes: "Daniel es capaz de hacer 50 giros y, de pronto, concentrar su energía e introducir un elemento contemporáneo", detalla.
En Animals' Party, que se estrena dentro del ciclo Ahora Danza que patrocina el Centro de Iniciativas Culturales (Cicus) de la Universidad de Sevilla en la Sala La Fundición, los cuatro bailarines dan rienda suelta a su lado más salvaje, a su baile más personal, y lo ponen al servicio de una historia donde el mundo animal tiene un sutil y poético protagonismo. "Trabajamos la esencia de su fuerza instintiva y las semejanzas de su personalidad, ya sea hiperactiva, tranquila o agresiva, con la de un animal concreto", matiza Fernando Lima. "Pero no nos vais a ver haciendo el gorila", bromea Manuel Acuña García, que subraya que también se juega con los conceptos de tierra y aire, por lo que hay guiños a los reptiles y los animales trepadores.
"Cada bailarín tiene movimientos estrella que le hacen destacar. Un b-boy es siempre diferente de otro y esa singularidad es nuestro mayor atractivo", dice Acuña, el miembro más veterano de la formación, que participó en espectáculos como Otra metamorfosis que, dirigido por Fernando Lima y con producción de El Punto! Danza Teatro, ya unía la danza contemporánea con el break dance y estuvo de gira por festivales de toda Europa. "Yo tengo un estilo muy abstracto y Fernando también lo es en su trabajo, eso me motiva mucho. Me gusta seguir sus indicaciones", comenta Acuña.
Para todos ellos, la posibilidad de profesionalizarse es un reto muy difícil, que encaran con optimismo pero conscientes de que la crisis también ha irrumpido con fuerza en el sector de las artes escénicas. "En Francia, por ejemplo, los grupos de break forman sus propias compañías y, aparte de acudir a los campeonatos, se dedican a hacer espectáculos. Eso es muchísimo mejor, es la evolución natural de este trabajo. Mucha gente que no está metida en este mundo piensa que es algo marginal y sólo se imagina a un tipo dando vueltas por el suelo. El trabajo del b-boy es muy duro, puedes pasarte meses sólo para crear un movimiento y varios años hasta perfeccionarlo", señala Acuña.
"La parte creativa es muy importante para el b-boy. Piensa en un videojuego donde hay 20 personajes con su vestuario y su propio estilo de lucha. Cada uno es distinto. Nosotros también. Aquí está totalmente prohibido copiar movimientos, debemos crear nuestro código personal, nuestra propia base. La exigencia es enorme", continúa.
Tanto él como otros integrantes de Crazy Zoo sí conocieron a finales de los 90 "a los miembros de la segunda generación sevillana de b-boys, como D-Neutro o Geométricos, los Chicos del Barco o el que nos reunió a varios de nosotros, Demasia2", explica Acuña, que lamenta que, "debido sobre todo a la falta de información", otros elementos del hip hop sevillano hayan tenido una mayor repercusión nacional que el baile, como el graffiti o el rap. Con todo, continúa, "Andalucía está actualmente a la cabeza de b-boys en España y, de entre nosotros, los que más campeonatos nacionales ganan son los bailarines de break dance de Granada". De todos modos, a ellos no les ha ido nada mal en la arena internacional. Crazy Zoo se clasificó en 2010 entre las 16 mejores formaciones del mundo en Rotterdam, sede de The Notorious Ibe, uno de los campeonatos de referencia al que acudieron más de 100 formaciones. "Ya es hora de que se nos empiece a respetar", bromean al unísono.
Junto a Manuel Acuña García, bailarán en la Sala Fundición Sergio Fuentes Moya, Daniel Gómez Montilla y Javier Domínguez Pérez. Ninguno de ellos supera la treintena. Para Fernando Lima, "tienen talento y deben estar ahí". Esta producción de Eléctrica Proyectos Culturales es una apuesta por su profesionalización. "Los b-boys sevillanos deben tener las mismas oportunidades que sus colegas franceses de salir adelante y encontrar un trabajo, crear sus compañías y salir de gira. Porque ellos son realmente buenos. Son profesionales".
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