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Arsuaga y Millás: "Sevilla es la única sociedad del mundo que aún está construida en torno a asociaciones gremiales"

El reconocido paleontólogo y el afamado escritor publican La conciencia contada por un sapiens a un neandertal, ensayo que trata, desde el tono conversacional, temas relacionados con la biología, la neurociencia o la antropología

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Juan José Millás y Juan Luis Arsuaga. / José Ángel García

El paleontólogo Juan Luis Arsuaga y el escritor Juan José Millás, un dúo que tiene algo de cervantino, de Quijote y de Sancho, con esas diferencias que paradójicamente fabrican puntos –inesperados puntos- en común. Digamos que Arsuaga no es del todo Arsuaga sin Millás, y al revés, Millás no es del todo Millás sin Arsuaga. Para que nos entendamos, un ejemplo de generación milenial: son semejantes al Megazord de los Power Rangers, ese inmenso robot cuyo aspecto final surge de la fusión de pequeños robots independientes. Millás y Arsuaga acaban de publicar el ensayo La conciencia contada por un sapiens a un neandertal (Alfaguara), libro en el que, a través de la conversación cotidiana, sin pretensiones, aprendemos cuestiones relacionadas con la biología, la antropología o la neurociencia. Esta publicación cierra una trilogía -La muerte contada por un sapiens a un neandertal y La vida contada por un sapiens a un neandertal- que va camino de convertirse en fenómeno editorial pop.

-En este libro le dan la vuelta al tópico con el que han educado a varias generaciones: las humanidades y las ciencias como dos opciones excluyentes.

-Juan Luis Arsuaga: Es que con esa historia así nos va… Sobre todo en España. España siempre fue un país muy vanguardista en ciencia y tecnología. Por ejemplo en el Renacimiento. Por muchas cosas. Eso fue lo que hizo posible la navegación, el descubrimiento de América o la medicina del siglo XVI. Durante años no ha existido esa división entre ciencias y letras. En España nunca ha habido contradicción entre ambas. De hecho, es que no había ciencia. A todo se le llamaba humanidades. No había conflicto. Como no la ha habido en periodos posteriores, como en la Ilustración o en el regeneracionismo del siglo XX, con su educación basada en el estudio de la naturaleza, de la ciencia.

-Juan José Millás: Sin embargo, fíjate, en uno de los primeros capítulos del libro, en una visita que hacemos a la universidad Complutense, Arsuaga ve algo muy curioso: todas las facultades de ciencias están frente por frente a las humanidades. Nosotros lo que hemos hecho es cruzar la calle. De una a otra, y en sentido contrario.

-Comentan que jamás somos plenamente libres, que nuestras decisiones están siempre condicionadas. ¿Cómo es eso?

-Juan Luis Arsuaga: Eso lo hemos sabido siempre. Los grandes descubrimientos de la historia siempre han sido obviedades. Lo que pasa es que sabemos que son obviedades una vez descubiertos. Estamos condicionados por nuestros genes, por nuestra cultura. Sobre esto se han hecho muchísimos experimentos. Por ejemplo: muchos estudios sobre los gemelos, que tienen la misma constitución genética. Hay parejas de gemelos que han sido separados, uno en Canadá y otro en Australia; pero ambos son bomberos. O pianistas. Hay predisposiciones innatas que son condicionantes, claro. La primera es nuestros genes. La cultura también nos condiciona.

-Juan José Millás: Dicho muy rápido: el asunto es que algún día demostraremos que no somos responsables de nada. Es posible que llegue ese día.

-Otro tema que me ha llamado la atención: ¿qué es eso de que hemos podido ser dominados por las aves?

-Juan Luis Arsuaga: Eso es muy interesante. Las aves no tienen nada que ver con nosotros, pues son un grupo evolutivo diferente. No obstante han desarrollado una inteligencia pasmosa. Se ha demostrado, en test psicotécnicos, que las aves han alcanzado niveles de inteligencia similares a los de los chimpancés. El caso es que no hace falta tener nuestro cerebro –este cerebro humano- para ser inteligente. Nuestras aves son nuestros extraterrestres. Se dice muchas veces que a ver cuándo vienen los extraterrestres y tal. Pues ya han venido. Los tenemos con nosotros.

La capacidad simbólica es algo exclusivamente nuestro. Inventar realidades que no existen. Ningún animal tiene bandera o practica entierros"

-En España hay buenos pájaros, desde luego.

-(Risas) Juan José Millás: Hay una cosa muy curiosa. Creo que hasta mediados del siglo XX, se pensaba que las aves eran los animales más tontos. Aparecieron estudios sobre cuervos, por ejemplo. Se consideraba que eran bobos. Los animales más tontos de la creación.

-En estas páginas se le acusa a usted, Juan José Millás, de narcisista.

-Juan José Millás: Sí, me hacen un experimento, llenándome la cabeza electrodos, en busca del sitio donde está ubicado el yo. La conclusión a la que se llega es que todo lo que se refiera a mí me pone muy contento. Arsuaga no se lo hizo… O se lo hizo, y no comunicó los resultados.

-Una idea que he subrayado: el altruismo no existe.

-Juan José Millás: Esto es una afirmación que hace Arsuaga, y argumenta bien. Hasta el punto de que yo, que la he discutido con él, tengo dudas al respecto. Porque yo me encuentro a un pobre y me pide dinero, y se lo doy. Me asombra la gente que no lo hace. Quizá pudiera ser porque dar limosna da vergüenza. Pero bueno, yo doy un dinero porque soy solidario, soy altruista. Pero por otra parte, en el fondo de mi alma, pienso que es porque podría caer en esa situación, y me gustaría que hubiera gente como yo. ¿Hay altruismo entonces o hay un intercambio de intereses? No lo sé. Creo que el altruismo es posible.

-Juan Luis Arsuaga: El altruismo de la limosna… Hay un pasaje en el evangelio en el que Jesús se encuentra con un joven rico, quien le pregunta que qué tiene que hacer para seguirle. Cristo le dice al joven rico que se deshaga de las propiedades, las reparta entre pobres y, entonces, le siga. Eso es el altruismo, no el de Millás al pobre.

-Juan José Millás: Bueno… Sígueme… Pero el joven rico, a cambio de la fortuna, encuentra la salvación.

-Juan Luis Arsuaga: Sí, es cierto. Lo que digo es que podemos practicar el altruismo, pero si lo piensas… el único amor incondicional es el del padre por sus hijos. Ni el de los hijos por el de los padres. Todos los amores tienen que ver con la cooperación, el beneficio mutuo o el intercambiamos favores. Nadie presta 10.000 euros y, si no te los devuelven, vuelve a prestar 10.000. No. El único altruismo es el de los padres a los hijos.

Todos los amores tienen que ver con la cooperación, el beneficio mutuo o el intercambiamos favores"

-Una singularidad de nuestra especie: somos capaces de construir mitos y de relacionarnos a través de un símbolo.

-Juan Luis Arsuaga: ¿Tú eres del Sevilla o del Betis?

-De ninguno de los dos.

-Juan Luis Arsuaga: Pero ¿de una asociación o algo? Algo que comparta unos valores, una historia, una tradición.

-Pienso en las cofradías, aquí en Sevilla.

-Juan Luis Arsuaga: Bueno, es que en eso lo de Sevilla es espectacular. Sevilla es la única sociedad del mundo que aún está construida en torno a asociaciones gremiales. Cuando hagamos otro libro tenemos que venir a Sevilla. Porque, según me han dicho, las cofradías son en cierto un modo de mafia. Quiero decir: se ayudan unos a otros. Si alguien es director de un banco, es de una cofradía, y se encuentra con otro de la misma cofradía, surge una afinidad, y probablemente ayude al otro. Es muy interesante esto.

-Juan José Millás: La capacidad simbólica es algo exclusivamente nuestro. Inventar realidades que no existen. Ningún animal tiene bandera o practica entierros. Nosotros tendemos a fabricar realidades imaginadas.

-Hablan del concepto de nación, en Grecia, que surge en la invasión de los enemigos persas. Se crea una idea de nación, un símbolo, a raíz del ataque del invasor.

-Juan Luis Arsuaga: De hecho, los griegos, cuando los invaden los persas, tienen que inventarse el ser griego. Definen qué es ser griego.

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