La sonrisa de la Virgen
Aquel Trovar. Música medieval
El conjunto cordobés Aquel Trovar publica su segundo trabajo discográfico, que hace un recorrido por músicas devocionales dedicadas a la Virgen María durante la Baja Edad Media
La ficha
'De Santa María. Músicas a la Virgen en la Baja Edad Media'. Aquel Trovar. Fonoruz.
Segundo disco de Aquel Trovar en dos años de vida. El grupo cordobés, nacido en 2016 de las cenizas de Cinco Siglos, parece tener claro que el disco sigue siendo una forma imprescindible de hacerse notar. "La oferta de grupos de música antigua se ha multiplicado en España en los últimos años", comenta Antonio Torralba, el flautista del grupo. "Eso supone más competencia, que ayuda siempre a subir el nivel, lo que es muy bueno. El problema es que no se han multiplicado en igual medida los ciclos de conciertos. En los próximos días [fue la semana pasada, entre el jueves 13 y el domingo 16 de septiembre] hacemos el programa de este disco en tres festivales italianos, en Ferrara, Parma y Gorizia. En nuestro país nos falta ese tejido de pequeños ciclos que en la Italia del norte está muy articulado, vinculado siempre a espacios históricos: en este caso son tres abadías".
El espacio no parece baladí, pues el tema del último trabajo del grupo tiene que ver con las devociones marianas en la Baja Edad Media. "Intentamos dar una visión de conjunto, conectando con la cultura general y, más específicamente, con otras artes de la época. Por eso seleccionamos las piezas atendiendo mucho a los textos, textos que mostraran esa imagen de la virgen que se dio en el gótico, que aparece en las Cantigas de Alfonso X o en piezas halladas en conventos femeninos y transmiten una nueva mirada hacia la virgen como madre, protectora, intercesora, no la figura hierática del Románico", comenta Torralba.
Aunque el culto a la Virgen arranca en los primeros siglos de la Cristiandad, "hay un punto de inflexión en el siglo XII, coincidiendo con el renacimiento de la vida urbana y del comercio y que podemos representar en la figura de Bernardo de Claraval y la orden del Císter. Es entonces cuando aparece esa nueva idea de madre, que la iglesia oficial siempre miró con prevención, pues el culto mariano siempre fue muy popular. La visión se enfoca hacia la maternidad, por eso el éxito de la virgen de la leche o la virgen de la misericordia, que protege a todos con su manto. Esa idea más humanizada de María es la que creemos bien recogida en el espíritu de las músicas que seleccionamos, que van de mediados del siglo XIII a mediados del XV, doscientos años en los que la virgen empezó a sonreír", añade el músico cordobés.
Aquel Trovar ha trabajado a partir de siete fuentes, todas vinculadas con España, del Códice de Madrid, que recoge música del siglo XIII, al sevillano Cancionero de la Colombina, ya en los albores del Renacimiento, y entre medias un par de piezas salidas de Ripoll y del monasterio ilerdense de Santa María de Vallbona y, sobre todo, el Códice de Las Huelgas, las Cantigas de Santa María de Alfonso X y el Llibre Vermell. "Algunas de estas piezas se encuentran también en otras fuentes halladas por media Europa, lo que afianza la tesis que defendimos en nuestro primer disco [Canciones de la Vieja Europa]: una construcción europea a través del lenguaje musical que es muy anterior a la política".
Para Torralba "es una pena que cualquier persona medianamente culta sepa distinguir una iglesia románica de una gótica, pero casi nadie ni siquiera llegue a plantearse qué pasó con la música paralelamente a ese fenómeno. En Las edades del hombre hacen un documental sobre el románico palentino y le ponen música de piano o new age, porque nadie se plantea lo que pasó con la música, y lo que pasó está conectado con lo que pasó en arquitectura, como el surgimiento de la polifonía a partir del canto gregoriano. Nos propusimos mostrar eso en nuestro trabajo".
En el programa del cedé hay algunas piezas procedentes del Códice de las Huelgas que son monódicas, igual que las cantigas, aunque predominan las polifonías a dos voces, en algunos de los casos con disminuciones. "Hemos hecho versiones instrumentales de algunas obras, pero siempre con algún fundamento. Por ejemplo, Cedit frigus hiemale del Códice de Madrid tiene una estructura que recuerda a la de las estampidas, y eso nos ha movido a reconstruirla en forma de estampida con el material musical a dos voces. Algo parecido pasa con Intra viridarium, de Las Huelgas. La misma música se encuentra en tres piezas distintas del códice, lo que nos hace pensar que la música podía tener cierta independencia del texto concreto. Presenta además una estructura con finales abiertos y cerrados alternos, que eran típicos de las danzas reales y las estampidas, exactamente igual que Flavit auster flatu, también de Las Huelgas. Luego están las dos piezas de la Colombina que tienen formas ya cercanas al Renacimiento, pero conservan un sabor arcaico, cadencias muy medievales; son un verdadero eslabón entre los dos mundos".
La soprano extremeña Delia Agúndez empezó a colaborar con Cinco Siglos en sus últimos proyectos y luego se integró en Aquel Trovar. "Es ya como mi familia cordobesa. Hubo muy buena sintonía desde el primer día. Son una rara avis. Un grupo que lleva 25 años reuniéndose todas las semanas, haciéndolo todo de forma muy artesanal. Eso tiene mucho mérito, y ese trabajo continuo se nota . Ellos eran un conjunto instrumental, apenas trabajaron con cantantes hasta que yo llegué, así que me siento muy útil y valorada. Tengo que tomar muchas decisiones y eso me gusta y me motiva mucho".
Era la primera vez que Agúndez registraba un disco dedicado exclusivamente a música medieval. "Me lancé, pero tuve que reflexionar sobre lo que yo quería aportar en un repertorio del que no soy especialista. Una de las cosas que más me motivan es el hecho de contar una historia, y he querido aportar ese componente a esta música, sobre todo, esclarecer los textos. Me he empapado mucho de lo que decían, frase por frase, palabra por palabra, y he intentado darle un carácter muy expresivo a la música. Incluso me he inspirado en la raigambre popular de este repertorio, pues aunque fuera recogida en los monasterios, se trata de música devocional, pensada para un contexto no litúrgico. He buscado llevarla a mi terreno para masticarla mucho, explicarla mucho. En cierta manera, me he desmarcado de lo que suelo escuchar en este repertorio, en el que todo me sonaba más plano y aséptico. He introducido algunos giros ornamentales y me he tomado licencias, tratando de darle mucho color. He jugado mucho con las dinámicas, los susurros, usando pequeños adornos, metiendo algún portamento. Ha quedado un disco muy expresivo, muy atmosférico y contemplativo, aunque con puntos de carácter. No es un disco para escuchar uno o dos temas concretos. Hay que ponerlo y dejarse llevar".
EL CD EN SPOTIFY
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