La apertura de los museos andaluces a eventos privados continúa en el aire
El sector de congresos propuso a final de 2010 la posibilidad de que los espacios patrimoniales de la Junta acogieran actividades particulares · Representan nuevos ingresos y públicos, argumentan sus promotores
La propuesta es bien recibida pero llega en un momento político con demasiadas incertidumbres en el horizonte. Básicamente, ésta es la razón por la que la Asociación sevillana de empresas de organizadores profesionales de congresos (Aseopoc) continúa a la espera de recibir una respuesta en firme -o, al menos, una fecha para una reunión- por parte de la Consejería de Cultura para poner en común el proyecto de abrir los espacios museísticos que la Junta de Andalucía tiene en la capital andaluza a la celebración de eventos privados, principalmente presentaciones y recepciones derivadas del turismo de congresos de la ciudad. Una proposición ésta que se formuló a finales del pasado año y que no se limitaría a los museos sevillanos, sino que se trasladaría al resto de espacios andaluces dependientes de la Consejería.
Según Gustavo de Medina, presidente de OPC Sevilla, "el binomio cultura-congresos funciona, pero el modelo de actividades y eventos hay que renovarlo. Ya no vale con hacer una visita al Alcázar o la Giralda. El turismo de congresos quiere espacios nuevos y bellos, hay que sorprender, y los museos tradicionalmente no han sido espacios con mucho acceso, por lo que sería una forma de llegar, además, a nuevos públicos. Eso sí, respetando los códigos de seguridad y conservación de las obras de arte que están perfectamente articulados a nivel europeo". De hecho, como indica Medina, la vinculación de las actividades congresuales con los museos privados de Sevilla es "muy estrecha", y son precisamente este tipo de eventos los que "ayudan a cuadrar las cuentas" de espacios privados como el Museo del Baile Flamenco o el Museo de Carruajes, indica.
La principal razón que sostiene la Asociación Andaluza de Empresas de Organizadores Profesionales de Congreso -impulsora de la propuesta a nivel regional- es que estas actividades representarían una nueva e interesante vía de financiación para los museos, que en los últimos años han visto notablemente mermados sus presupuestos. Aunque los promotores de esta idea no disponen aún de previsiones de los ingresos que generaría -"todo depende de las condiciones de la Junta", insiste De Medina-, este modelo se lleva practicando con éxito desde hace años en Cataluña y el País Vasco. En una entrevista concedida a Diario de Sevilla, el director del Bellas Artes de Bilbao, Javier Viar, se refirió a estos eventos como "vehículos" para "recibir financiación que se invierte posteriormente en cultura", sin que ello merme "la calidad ni la envergadura científica de un museo".
De momento, todo permanece en el infructuoso terreno de las buenas intenciones. Según De Medina, el delegado provincial de Cultura, Bernardo Bueno, calificó en su día de "estupenda" esta propuesta, a la espera de lo que finalmente decidiera Paulino Plata. Esta iniciativa contaría además con el beneplácito de la directora del Bellas Artes de Sevilla, Valme Muñoz, que, con el reto de dirigir la segunda pinacoteca española en tiempos de crisis, vería en este proyecto una buena manera de potenciar la visibilidad de su institución.
Por otra parte, la intención de la OPC sevillana sería también la de alquilar espacios emblemáticos propiedad del Ayuntamiento hispalense, caso de la Fábrica de Artillería o el recién inaugurado Centro Cultural Santa Clara. La respuesta municipal, según sostiene De Medina, es la misma: silencio. "A menos de dos meses de las elecciones locales, no hay ningún interlocutor disponible", asegura este profesional, que recuerda un dato: "El 15% del PIB de la economía sevillana procede del turismo".
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