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El nombre de Juan Latino, una de esas figuras inesperadas que reserva la Historia cuando uno se aparta de los relatos oficiales, merecería hoy un reconocimiento que el tiempo y la desmemoria le han arrebatado. De aquel hombre de asombrosa inteligencia que se formó asistiendo a las lecciones que recibía su amo, Gonzalo Fernández de Córdoba, y que pasó de ser esclavo a convertirse, en 1562, en catedrático de Gramática y Lengua Latina en la Universidad de Granada, algunas crónicas cuentan que fue la primera persona de raza negra que tuvo estudios universitarios y alcanzó una cátedra; Cervantes y Lope de Vega lo citaron con admiración y Felipe II colgó su retrato en la Galería de Sabios del Alcázar de Madrid.
Latino es uno de los personajes en los que se centra Cachita. La esclavitud borrada, el documental con el que el director y productor Álvaro Begines explora la importancia que tuvo la esclavitud en España. "Leyendo algunos libros que trataban el tema, que señalaban que desde el siglo XVI hasta el XIX muchos esclavos trabajaban en las casas, me empecé a hacer preguntas", admite el realizador. "¿Por qué nadie habla de ellos, de la huella que han dejado? Quizás porque la esclavitud no es un capítulo del que puedan enorgullecerse los poderosos, que al fin y al cabo son quienes han narrado la historia. El pueblo era analfabeto y no podía contarse", analiza Begines.
En su nuevo trabajo, el director de ¿Por qué se frotan las patitas? o Un mundo cuadrado propone también las semblanzas de otros personajes como Cándida La Negra, a la que se recuerda en tierras gaditanas como la última esclava, una mujer procedente de Luanda que se erigió en una leyenda de El Puerto de Santa María tras instalarse allí después de un naufragio; o el malagueño y "cruel" Pedro Blanco, un hombre poseído por la codicia que montó un imperio vendiendo esclavos a los más diversos países, llevó una turbia vida privada y terminó sus días en un manicomio en Barcelona.
En las partes ficcionadas que tiene el documental, Kenia Echenique interpreta a Cándida La Negra, Salva Reina da vida a Pedro Blanco y Emilio Buale encarna a Juan Latino. Este último filmaba ayer en la Hacienda Los Frailes de San Alberto de Los Palacios y Villafranca una escena en la que su personaje lee su acta de bachiller, un documento que el equipo de Cachita encontró en los archivos de la Universidad de Granada. Al actor, que se dio a conocer a mediados de los 90 con Bwana y que recientemente ha participado en proyectos como El hoyo o Adú, le conmueve pensar en "la fuerza mental, la determinación que una persona debe tener para luchar contra un entorno que no le permite desarrollarse, eso de que cada vez que das un paso adelante hay alguien que quiere que des dos atrás". Buale atribuye que el recuerdo de Juan Latino se haya desdibujado con el tiempo a que "si no perteneces a la parte privilegiada de la estructura patriarcal, si eres mujer o negro, no tienes visibilidad. A lo largo de la Historia hay mucha gente que no ha podido llevar adelante su arte o que ha tenido que esconderse tras seudónimos para que la tomaran en cuenta".
La filmación de Cachita. La esclavitud borrada se retoma ahora tras la larga pausa a la que obligó el coronavirus. "Teníamos planificado el rodaje hasta el 14 de marzo en Barcelona, y en cuanto terminamos nos tuvimos que confinar", recuerda Begines. El Muelle de las Carabelas de Palos de la Frontera, la pasada semana, fue el primer escenario en el que se reencontró el equipo. "Es raro, porque hay que desinfectar constantemente, tienes que vigilar que la gente lleve mascarilla, que no se relacione más de la cuenta... Y todos los protocolos han ralentizado el trabajo", dice el director, que busca el equilibrio "entre mantener el mismo nivel de calidad y que dé tiempo a todo".
Junto a los pasajes recreados por actores, la película se apoyará en los testimonios de especialistas como Aurelia Martín Casares, catedrática de Antropología Histórica y especialista en Juan Latino; Carlos Bardem, que en su faceta de escritor retrató a Pedro Blanco en su novela Mongo Blanco; el cantante Santiago Auserón, autor también del libro El ritmo perdido. Sobre el influjo negro en la canción española; Jesús Cosano, estudioso de la esclavitud en España, y García de Romeu, abogado y autor de La última negra. Junto a ellos, Begines se adentra en un relato tan apasionante como poco explotado. "He encontrado lo que busca todo creador", celebra orgulloso, "una historia que apenas ha sido contada".
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