¿Hay afición por el cante en Sevilla?

Cante: Jesús Méndez. Guitarra: Manuel Valencia. Palmas: Carlos Grilo, Manuel Salado. Lugar: Sala Joaquín Turina. Fecha: Jueves, 14 de marzo. Aforo: Media entrada.

Tiene instrumento: una voz poderosa, maleable y un timbre mate muy bello. También inteligencia para usar los diferentes matices vocales, la graduación emocional, en virtud de la composición de los tercios y los cantes. Un soniquete con denominación de origen, Jerez. Y una afición que se concreta en devoción por su casa cantaora, los Méndez, que tuvo en su tía Paquera el máximo representante histórico de la misma. Es un egregio representante del cante de la Plazuela, al que, no obstante, imprime un brillo personal. Se arroja sin red en los cantes.

Si, en Jerez, Santiago significa lujuria del soniquete y de los colores vocales, el arte de Méndez sabe unir este brillo con la austeridad y el intimismo propios del barrio de San Miguel. Una voz clara, natural, cálida, pero al mismo tiempo matizada. Sentimental pero mesurada. Enérgica pero regular. Ofreció un recital redondo en la primera ocasión que lo disfrutamos como solista en nuestra ciudad. Algo debe fallar en la divulgación cuando la sala registraba media entrada para ver a uno de los cantaores con más proyección del panorama actual. Porque hace años que les venimos anunciando las calidades interpretativas de Méndez. ¿Es que no hay afición por el cante en Sevilla? No me gustó tanto el acompañamiento de guitarra, con cientos de cortes y poca ternura hacia el cante. Echo de menos esas guitarras que acariciaban los tercios. Es la servidumbre del baile.