Un adiós con la ilusión recobrada

La cita se despide con un incremento del 15% en las ventas con respecto a 2015. El comienzo del encuentro, que coincidió con el puente del 1 de mayo, registró la mayor afluencia de público.

La caseta de las editoriales Triskel y Maclein y Parker, instaladas por primera vez este año en la Plaza Nueva.
La caseta de las editoriales Triskel y Maclein y Parker, instaladas por primera vez este año en la Plaza Nueva.
Redacción / Sevilla

09 de mayo 2016 - 05:00

La Feria del Libro de Sevilla 2016 concluyó ayer con un aumento de las ventas en un 15% respecto a la edición anterior, un repunte "fruto de la calidad de la programación y el modelo cada vez más participativo" que se vuelve a acercar a los niveles que tuvo en 2008. Así lo destacó la organización de este encuentro en una nota en la que resaltó que en esta edición, además de la colaboración de las entidades e instituciones habituales, ha habido una implicación mayor de librerías, editoriales, agentes sociales y colectivos de la ciudad en la propuesta de actividades de la Feria, siendo más de 70 los organizadores.

Una impresión positiva que confirmaron ayer a este periódico los responsables de distintos expositores, como los propietarios de la veterana Librería Palas, que también han visto cómo este año se incrementaban las ventas, o los recién llegados Triskel o Maclein y Parker, dos editoriales que en su primera estancia en la Plaza Nueva han visto que se cumplían las mejores expectativas. "Ha servido para dar a conocer lo que hacemos, para que se vean nuestros libros. El comprador puede no reparar en ellos cuando están en la estantería de una librería; pero aquí sí", mantiene Cecilia Ojeda, editora de Maclein y Parker, sello que alcanzaba el pasado sábado el centenar de volúmenes vendidos.

Por otra parte, a pesar de la lluvia de este último domingo, señalaron desde la Feria del Libro, "el tiempo no ha alterado el buen ritmo de la cita", ya que las temperaturas en general han sido "agradables" y los intermitentes chubascos no han coincidido con los horarios de apertura. Además, el encuentro apunta que la coincidencia del arranque de la cita con el puente del primero de mayo propició que en esos días se llegara "a los máximos picos" de asistencia.

En este sentido, "si bien no es posible realizar una medición real de las visitas al recinto, al tratarse de un espacio abierto", exponen desde la cita de la Plaza Nueva, "se ha notado un importante incremento de visitantes en prácticamente todos los días de Feria". La estimación de los organizadores sitúa en más de 16.000 personas las que han participado directamente en alguno de los más de 200 actos programados y otras miles las que han acudido a alguna de las 400 firmas.

La literatura infantil y juvenil, tema central de esta edición, se ha revelado como "uno de los grandes aciertos", siendo las actividades en torno a este ámbito de las que más interés han despertado, según la organización.

Tras la conferencia inaugural de Antonio Rodríguez Almodóvar, Literatura infantil, algo más que entretenimiento, pasaron por la Feria autores como Almudena Grandes, Felipe Benítez Reyes, Luis García Montero, Leonardo Padura, Marwan, Mauricio Wiesenthal, Santiago Roncagliolo, Beatriz Rodríguez, Isaac Rosa, Andrés Pérez Domínguez, Juan Bonilla, Braulio Ortiz Poole o Javier Salvago.

Por su parte, el director de la Feria del Libro de Sevilla, Javier López Yáñez, aseguró que el objetivo de futuro es "ofrecer más contenido on line y audiovisual" para aumentar el alcance de la Feria y que se pueda disfrutar de ella aunque no se esté físicamente en este evento cultural. Entre los desafíos también está el deseo expresado hace unas semanas por el delegado de Cultura del Ayuntamiento, Antonio Muñoz: "Quiero que esta feria crezca no sólo en número de ventas y en asistencias. Quiero que dé un salto y tenga un carácter más internacional".

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