Borgo | Crítica
Una mujer en Córcega
Artes escénicas
Surgido en 2010 en el seno de la Asociación Andaluza de Compañías y Profesionales de la Danza (PAD), el Proyecto Vertebración ha sufrido en estos once años los vaivenes que, desgraciadamente caracterizan a todo el sector de la danza contemporánea andaluza, incluida la propia PAD.
El objetivo del proyecto era dar visibilidad a la joven creación y crear un espacio de encuentro entre creadores de diferentes experiencias y latitudes, además de recaudar algunos fondos –las compañías no cobran por actuar- para las actividades de la citada asociación. En esta aventura, el cómplice esencial para su supervivencia (amén de la colaboración del INAEM) ha sido desde el comienzo el Teatro de la Maestranza, que ofrece, además de la Sala Manuel García para la exhibición de las obras, una residencia técnica para que los y las artistas puedan culminar sus procesos creativos.
La XI edición de Vertebración vuelve a ser presencial -el pasado año, como casi todo, hubo de celebrarse on line- y da un nuevo giro a su formato, centrándose por primera vez en piezas largas en lugar de reunir varias coreografías cortas como ha hecho hasta este momento.
Durante sus primeros años, en efecto, se trataba de confrontar a coreógrafos(as) e intérpretes contemporáneos, siendo estos últimos los que elegían las piezas en las que querían participar, mientras que en los últimos años las propuestas eran elegidas por la Asociación a través de una convocatoria, primándose aquellos trabajos que no se habían podido ver aún en ningún espacio de la ciudad.
Así, en 2018 la VIII Vertebración estuvo compuesta por cuatro vídeos y cinco coreografías cortas, elegidas mediante una convocatoria a la que se presentaron 24 propuestas de distintas disciplinas relacionadas con el arte del movimiento. Y en 2019, precedidas en el vestíbulo por la primera muestra de vídeo danza, fueron seis propuestas, exponentes de la enorme diversidad de lenguajes de la creación contemporánea, las que protagonizaron las dos veladas.
En esta ocasión, sin embargo, como ya se ha dicho, cada noche llevará el nombre de una creadora andaluza: Rosa Romero el martes 8 el miércoles día 9 Noemí Luz.
Rosa Romero es una polifacética intérprete nacida en San Fernando (Cádiz) que estudió teatro en la Esad de Málaga (donde ha trabajado con varios artistas y compañías) y en la escuela madrileña de William Layton antes de volver a su tierra natal y fundar Estratería. Allí fue donde Romero, que ahora reside en Sevilla, comenzó a idear sus proyectos personales.
Tras realizar piezas como Coreografía total, con Alberto Cortés y Miguel López y Pelo de Trol con Silvia Balvín, esta noche presentará su primer solo: Debut.
Según el dramaturgo malagueño Alberto Cortés, el nombre de Debut se debe a que “esta obra, que no es más que un acto de iniciación que adopta la forma de una pieza escénica, es un deseo de pertenencia a la comunidad” y a que “después de once años de profesión, Rosa se muestra por primera vez”.
La pieza, estrenada en 2019 y dormida durante toda la pandemia, es el primer proyecto escénico conjunto que Romero realiza con Pitu García, a quien conoció a través de Estratería y que firma la música y las proyecciones de Debut mientras que ella asume en solitario la dramaturgia, la dirección y la interpretación.
El miércoles 9 la protagonista será una artista muy diferente, Noemí Luz, con un trabajo titulado Life, Melvin, is a fish (La vida, Melvin, es un pez). Según su autora, este trabajo, entre otras cosas, es “un homenaje a nuestros abuelos y abuelas y un intento de preservar nuestros recuerdos infantiles más importantes, con la conciencia clara de que, si el acto de recordar es un proceso creativo, entonces el recuerdo nunca permanecerá igual, sino que quedará contaminado por nuestro momento presente. En realidad, la pieza habla de la pérdida, reconociendo el desgaste del recuerdo como forma de olvido.
Life, Melvin, is a fish, que ha crecido a lo largo de dos residencias, una en el Conservatorio de Danza Antonio Ruiz Soler de Sevilla y la otra en el Centro Cívico del Cerro del Águila, ha contado con la colaboración de Iris Victoria Dekker (dramaturgia), José Tomé (composición sonora original) y Kamote Junior que se encarga del sonido y de su interpretación en directo. La idea original, concepto, coreografía, guion e interpretación corren a cargo de la propia artista.
Ambos espectáculos estarán hoy y mañana a las 19:00 en la sala Manuel García del Teatro de la Maestranza.
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