Alba Molina | crítica
No lo es ni pretende serlo
cómics
'Marta: Los tigres del Canal'. Jorge Reverte, Pedro Arjona. Reino de Cordelia. 144 páginas. 19.95 euros.
Los tigres del Canal me ha hecho rejuvenecer 30 años. O envejecer, según se mire. Me ha llevado de golpe al principio de la década de los 90, a Sol de invierno, el primer álbum de Marta, protagonista también de esta inesperada continuación que ahora recopila Reino de Cordelia. Si aquel tebeo lejano, apaisado y en blanco y negro, publicado por Ediciones Cúbicas, reunía los tres episodios de una serie que vio la luz por entregas en el diario El País, en el formato de tira diaria, el presente es una secuela a color aparecida 26 años después en las páginas de El País Semanal.
Y más allá del género (el thriller), la protagonista (una periodista de armas tomar que se mete donde no la llaman y acaba enredada con quien no debe) y el estilo de folletín posmoderno de Jorge M. Reverte (escritor y periodista de reconocida trayectoria), el protagonismo lo sigue teniendo la estética hermosísima de Pedro Arjona, diseñador, ilustrador y uno de los nombres propios de nuestro tebeo. Arjona formó parte del colectivo El Cubri, y eso son palabras mayores: suyas son Mezquite, Paisa, Sombras, las desventuras de Peter Parovic, Luis Candelas y tantas otras joyas realizadas en asociación de Felipe Hernández Cava.
En Sol de invierno, lo he dicho más arriba, Arjona trabajó en el poderoso blanco y negro que era, por aquel entonces, su marca de la casa; y aquí, repito, nos hace gozar con un hermosísimo coloreado, que embellece aún más una línea que se ha ensuciado y ha adquirido nuevos matices con el paso de los años, conservando toda la sabiduría, la elegancia y la capacidad para reproducir atmósferas. El argumento va de espías del Centro Nacional de Inteligencia y terroristas panameños en Madrid, pero, unos y otros, sólo sirven de excusa para retratar de nuevo a Marta, que sigue atrayendo nuestra mirada tanto tiempo después.
Por cierto que la edición de Reino de Cordelia, impresa en un papel que da gusto, incluye 50 páginas de extras. La mayoría son lápices y borradores de las páginas dibujadas por el propio Arjona.
También te puede interesar
Lo último