Voces de raíz para el Gazpacho de Morón

Van ya 46 años desde aquel verano de 1963 en el que se fraguó, bajo el nombre del Gazpacho Andaluz, el sueño de unos cuantos amigos amantes del flamenco de Morón de la Frontera. Venían de vivir un Potaje de Utrera y pensaron que la tierra de la cal se merecía un festival propio. Paco Ayala, Luis Camacho, Villalba, Bernabé Coronado e Indalecio Alemán impulsaron una cita jonda que reunió, en el Casino de la Alameda, en su primer cartel nombres que son historia del flamenco, que es lo mismo que decir parte de la identidad de una tierra que no ha dejado de parir artistas que han hecho grande este arte. Antonio Mairena, Pepe Ríos, Juan Talega, Bernarda y Fernanda fueron los primeros de una nómina que no ha parado de crecer y a la que ahora se suman dos de las voces más interesantes y dotadas del cante actual: José Valencia (Barcelona, 1975) y Jesús Méndez (Jerez, 1984), cabezas del cartel de esta edición, que se celebrará el próximo 4 de agosto en el patio del colegio Salesiano de Morón y está dedicada a Alfonso López Barroso.

Cantaores de cuna, de las mejores, para la que promete ser una velada memorable para los aficionados: la esencia gitana de Lebrija vibra en la garganta de José Valencia, con un quejío siempre limpio y enérgico. Su cante fue reclamado para el baile de Antonio El Pipa, de Andrés Marín, de Antonio Canales y de Joaquín Grilo, éste último con el que forma un tándem maravillosamente impredecible, del que una vez más dieron muestra en su última colaboración conjunta en Sevilla, en los Jueves Flamencos con Ensayo. Y de Lebrija a Jerez. El compás de esta tierra se mece en la voz de Jesús Méndez, eslabón de una saga que tiene en La Paquera su buque insignia y que tiene futuro asegurado, de sobra, con esta voz de ecos añejos, poderosa y elegante que ya en marzo de 2011 conquistó a los aficionados de la capital con su recital en solitario en el ciclo de Cajasol.

"Es un plantel de cantaores magnífico, son artistas jóvenes, que vienen pisando fuerte, muy solicitados en festivales y programaciones de toda España, y por derecho propio, sin campañas de marketing", apunta Pedro Ortiz, coordinador de la programación del Gazpacho.

De hecho, sus nuevos trabajos en solitario se presentarán el próximo septiembre en el gran escaparate jondo, la Bienal de Flamenco, que dirige Rosalía Gómez. El bellísimo claustro del convento de Santa Clara será el marco en el que actuarán, por separado Jesús Méndez, que presenta como estreno absoluto su disco Añoranza (el día 11), y José Valencia, que hará lo propio con los cantes incluidos en Sólo flamenco, su primer disco en solitario, el día 26. Dos fechas, sin duda, para marcar en rojo en el calendario de la Bienal.

Pero, pese a la crisis y las contenciones en el presupuesto, el Gazpacho es mucho festival. La provincia de Cádiz sigue estando representada en el cartel con el chiclanero Antonio Reyes, cantaor precoz (con seis años se subió a las tablas) que contó en su primer disco, Viento sur, con la guitarra del añorado Moraíto Chico. Y por Utrera actuará Mari Peña, cuyo arte evoca el de esas cantaores antiguas, completas, que no necesitan de artificio para encandilar al público. Las seis cuerdas, que tanta gloria han dado a este pueblo, estarán representadas por Gastor de Paco y Antonio del Gastor, sobrinos del legendario Diego del Gastor. Ademas, participará, con un sólo de guitarra, el joven moronero Saúl Cabrera, alumno del taller de la Fundación Fernando Villalón. El baile del cuadro flamenco de Pepe Torres completa la programación del Gazpacho Andaluz, cita que organiza el Ayuntamiento de Morón, que, cuentan sus promotores, "reivindica la vigencia del formato festival flamenco de verano con un variado cartel y un ambiente de primera". Pues eso: larga vida al Gazpacho.