El Velador: 21 años de teatro 'bruto'

Patrocinio Hidalgo / Sevilla

19 de julio 2011 - 05:00

"El teatro bruto se refiere al arte de lo loco", así define el dramaturgo granadino Juan Dolores Caballero, El Chino, la línea que sigue la compañía sevillana de la que es director, El Velador. Este grupo, que comenzó su andadura en 1990, se ha labrado desde sus inicios un sello de originalidad que lo convierte en una de las compañías más respetadas de la escena nacional. Pese a la crisis, la formación acumula compromisos en diferentes festivales de la geografía española.

El éxito del Teatro del Velador radica en sus 21 años de búsqueda e investigación de un lenguaje escénico propio, en el que el cuerpo prevalece sobre la palabra. El eje central de las historias se basa en los motivos del desecho humano y lo feo. Se trata de un tipo de representación en la que el desequilibrio, el exceso y lo inacabado sustituyen los cánones clásicos de equilibrio y armonía. Como declara su director, "es un teatro gestual en el que lo deforme es fundamental para contar la historia".

La cultura andaluza también está muy presente en sus piezas. El ritmo, el cante y el compás forman parte de ese mundo en el que navegansus propuestas. La intención del director al realizar este tipo de obras es dar la visión de una "sociedad podrida", reflejo de una "violencia callada", que usa el silencio como reacción al dolor.

Un payaso anciano encerrado en un asilo, donde encuentra la "imposibilidad" de seguir viviendo, en Augusto (estrenada en el reciente Festival de Palma del Río), o un joven que inventa a su madre, a la que nunca conoció, en Hildegard (2010), son los personajes que elige El Chino para protagonizar sus espectáculos. Seres marginados, "despojos humanos", como los define él, que se mueven en un mundo hostil en el que se encuentran "perdidos" sin hallar la posibilidad de salir.

Este teatro bruto tuvo una difícil acogida en el público andaluz pero, poco a poco, fue ganándose su propio espacio en el ámbito local, donde El Velador es conocido, según su director, por ser una compañía que hace propuestas teatrales "raras". Recientemente el grupo ha participado en el Festival de Teatro de Niebla, en el que ha presentado El invisible príncipe del baúl (estrenada en la última edición del exigente Festival de Teatro de Almagro), una propuesta diferente que mediante el humor "cuenta la historia del poder como una cosa estúpida, engreída y soberbia".

Fuera de Andalucía, sin embargo, sus fórmulas han funcionado desde el principio. El pasado junio la compañía presentó, en el Teatro Pavón de Madrid, su espectáculo Las gracias mohosas, una obra que pudo verse en el Teatro Lope de Vega de Sevilla en el año 2009. Es una de las piezas más reclamadas por el público, y ha estado en activo en numerosas ocasiones. Narra la historia de tres hermana, dos ciegas y una tuerta, que intentan casarse con tres lisiados.

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