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Sueño, Morfeo, Oniros... Son algunos de los nombres que recibe el príncipe de los sueños, pero es Sandman, el hombre de arena, el que sirve de título a la popular y reconocida serie de cómics creada por Neil Gaiman para DC. También es ese el título con el que llega su adaptación como serie de televisión, con una primera temporada de diez episodios que estrenará Netflix el 5 de agosto.
Tom Sturridge es el encargado de poner rostro a Sueño, que ha permanecido cautivo durante más de un siglo por el ocultista Roderick Burgess (Charles Dance) y que, al escapar, debe poner en orden lo mucho que se ha desbocado durante su ausencia, tanto en sus dominios, el Reino de los Sueños, como en el mundo de la vigilia.
Para quienes no estén familiarizados con la serie de cómics (que desde aquí recomendamos), Sueño o Morfeo es uno de los siete hermanos que componen los Eternos, cada uno de ellos representación antropomórfica de un concepto: Destino, Muerte, Sueño, Destrucción, Deseo y Desespero (estos dos son gemelos) y Delirio.
En la serie los veremos a todos ellos, así como a Lucifer Morningstar (el señor del Infierno, aquí no interpretado por Tom Ellis, como en la serie Lucifer, sino por Gwendoline Christie), Johanna Constantine (como el John Constantine que llevó al cine Keanu Reeves, es un detective de lo oculto, en la serie de Netflix con el rostro de Jenna Coleman) o El Corintio (una pesadilla que ha escapado del mundo de los sueños, personaje interpretado por Boyd Holbrook).
Esta primera entrega de la serie (es pronto para saber si habrá más) adapta los dos primeros cómics de Sandman escritos por Neil Gaiman: Preludios y nocturnos y La casa de muñecas. Los diez episodios estarán disponibles en Netflix el 5 de agosto.
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