La Tierra Incontable
Cómics
La ficha
'Arn, el navegante'. Hazael González, Raúlo Cáceres. Dolmen. 72 páginas. 15 euros.
El asturiano Házael González es un escritor empeñado en el género fantástico, al que ha dedicado no sólo su talento creativo, sino también su capacidad de análisis en reseñas y ensayos varios. De él admiro, entre otras cosas, su convicción y su compromiso con la imaginación como un terreno personal y propio, tal como ha dejado bien claro las veces que ha comentado el trabajo de otro iluminado impagable como es Alejandro Jodorowsky (véase su libro Danzando con la realidad: las creaciones meta-artísticas de Alejandro Jodorowsky, publicado por Dolmen en 2011).
De sus novelas, las de zombis La muerte negra y Quijote Z son dos éxitos también editados por Dolmen, aunque seguramente si ha dado con un mineral especial ha sido en el ciclo Historias de la Tierra Incontable, que es una gozada para los amantes de la fantasía. Los libros que lo componen los publicaba Alberto Santos hasta hace unos años, aunque las adquirió la editorial balear para reeditarlas como se merecen. Por si fuera poco, este mismo año acaba de ver la luz, en la misma casa, el comienzo de su traslación al cómic de la mano de Raúlo Cáceres.
Arn, el navegante es el título de este primer álbum y me parece la puerta perfecta para el que no conozca el ciclo de González y una compra inevitable para el que ya lo esté disfrutando. Juntar al escritor con Cáceres, especialmente en lo que respecta a la Tierra Incontable, es una decisión lógica, por la sintonía poética y personal entre ambos. De Raúlo (lo voy a llamar así, porque, con la amistad que tenemos, me cuesta trabajo llamarlo por el apellido), no sé qué más decirles para que se compren sus tebeos.
Me parece un artistazo en todo lo que emprende, de esos que no escatiman esfuerzos para terminar antes, sino que sigue rallando y rallando con tinta sus lápices por puro amor. Vean, si no, el derroche que se ha gastado en esta peculiar historia de aventuras y ensueño. Les invito a que disfruten de sus arriesgadas composiciones y su obsesión por el detalle en este argumento que está hecho a su medida.
No hay comentarios