'Tenet', tabla de salvación (o no) para un Hollywood en vilo por la pandemia

Llamada a rescatar la taquilla mundial hundida por la pandemia, Tenet, la decimoprimera película de Christopher Nolan, llega por fin el miércoles de la próxima semana a los cines españoles. Como en su día sucedió con Spielberg, Nolan (Londres, 1970) representa en la actualidad la capacidad de aunar el entretenimiento de masas con la personalidad artística expresada, en su caso, a través de enrevesadas tramas y personajes oscuros.

La gran diferencia es que el británico ha llegado a Hollywood en la era de los presupuestos mastodónticos. El de Tenet ha rondado los 200 millones de dólares, lo que convierte este primer estreno de una superproducción tras la irrupción del Covid-19 en una apuesta de alto riesgo. Y es que la pandemia amenaza con poner la puntilla al reinado de Hollywood, ya tocado anteriormente por la irrupción de las plataformas audiovisuales de consumo casero.

Las esperanzas de la industria están puestas en Nolan. Batman Begins (2005), la primera película de una trilogía que revolucionó el cine de superhéroes y logró el respaldo unánime de la crítica, recaudó 370 millones de dólares. Las siguientes llegaron aún más lejos. El caballero oscuro (2008) recaudó 1.004 millones de dólares y El caballero oscuro: la leyenda renace (2012), 1.081. Más allá de los superhéroes, sus últimas películas también han sido auténticos fenómenos de crítica y público. Origen (2010) sumó 829 millones; Interstellar (2014), 677 millones; y Dunkerque (2017), 526.

Ahora llega Tenet, un thriller de espías con un personaje principal llamado Protagonista que debe usar su habilidad para revertir el tiempo para desentrañar una conspiración criminal. Por lo poco que ha trascendido de momento, con esta cinta Nolan parece confirmar su empeño en recorrer el abanico de géneros cinematográficos a la vez que mantiene sus temas y tratamientos favoritos: fragmentación narrativa, obsesión por el tiempo y la memoria, antihéroes atrapados en el laberinto de su subconsciente, gente solitaria, turbia, que se enfrenta a su lado oscuro.

Considerado por algunos –también tiene sus detractores– un mago del cine, Nolan no se formó en cine sino en Literatura Inglesa, lo que puede explicar su obsesión por los guiones, coescritos con frecuencia (Memento, El caballero oscuro, Interstellar) junto a su hermano Jonathan, creador de la serie de HBO Westworld.

De todos modos, por si sus habituales trucos favoritos –giros de guión, personajes muy diferentes de lo que aparentan, incertidumbre, densidad psicológica– no bastan, el director suele contar desde hace años con repartos estelares: ha trabajado con Al Pacino, Robin Williams, Hilary Swank, Christian Bale o Michael Caine, quien es un verdadero actor-fetiche para el cineasta y vuelve a aparecer en Tenet junto a John David Washington, protagonista del filme, y Robert Pattinson.