"Tasto Solo no es un grupo especializado"
Guillermo Pérez. Músico
Con su segundo disco para el sello Passacaille, el conjunto Tasto Solo continúa su exploración de los instrumentos de teclado del siglo XV.
LE CHANT DE LESCHIQUIER.Tasto Solo. Guillermo Pérez. Passacaille (Sémele).
Guillermo Pérez (Barcelona, 1980) reside en Toulouse ("por razones estrictamente personales"), pero mantiene a su conjunto Tasto Solo en actividad intensa por casi toda Europa. El triunfo en 2006 en el prestigioso IYAP-Early Music de Amberes, un concurso destinado a conjuntos jóvenes de música antigua, ha permitido al grupo mantener estrechos lazos con Bélgica, donde "aprecian mucho nuestro trabajo y están encantados de acoger siempre programas nuevos. También tenemos mucha actividad en Alemania y la Europa del norte. Casi todos los años nos salen además conciertos en países más periféricos: Rusia, Polonia, Lituania o Eslovenia, donde se ha creado una pequeña tradición, con una gran curiosidad por las propuestas menos convencionales. En España trabajamos muchísimo en 2007 y 2008, y desde entonces bastante menos, aunque este año tocamos en el Festival de Música Antigua de los Pirineos y en Cuenca".
-Tasto Solo es un grupo especializado en la música para tecla de los siglos XIV y XV, ¿de verdad es fácil sobrevivir en ese ámbito?
-Estoy muy contento con la dinámica de conciertos del grupo y con nuestro ritmo de trabajo. Yo no considero que seamos un grupo especializado. Nos hemos desvinculado de ese concepto. Trabajamos por supuesto con ingredientes de música medieval, pero eso es sólo una parte de lo que somos. Tratamos de romper con ese tipo de fronteras.
-¿Cómo se definirían entonces?
-Somos un grupo de música que presenta repertorio de los siglos XIV y XV, con papel muy importante de los instrumentos de teclado. Pero nos consideramos un grupo de música, a secas, antes que un grupo de música antigua o medieval. Mire, tocamos muy poco en Francia, pero esta misma semana he mantenido contacto con dos salas francesas de teatro que prácticamente no tienen programación de música antigua. Pero habían seguido nuestra trayectoria y nos quieren programar para el año que viene. Esto es para mí muy importante.
-¿Qué hay de sugerente o interesante en esta música para atraer a un aficionado medio?
-No lo sé. Pero desde 2007 hemos hecho más de cincuenta veces por toda Europa el programa de nuestro primer disco, delante de todo tipo de públicos, eruditos y profanos, y siempre ha funcionado muy bien. Yo diría que es una propuesta artística hecha con el máximo nivel de exigencia y que merece la pena ser al menos probada. El que se acerque a un disco o un concierto de Tasto Solo puede descubrir canciones de melodías muy sugerentes y una poesía cargada de imágenes de enorme riqueza, puede conocer un poco mejor el lugar que ocupaban los instrumentos en el medievo, descubrir sonidos nuevos de algunos instrumentos muy poco conocidos, sobre los que sabemos algunas cosas y otras no...
-¿Queda mucho por saber a nivel tanto organológico como musical en ese terreno?
-Queda mucho, y siempre quedará mucho. No se han conservado instrumentos de aquella época y nuestra vida actual está muy alejada de la de los hombres de los siglos XIV y XV. Así que no se trata sólo de imaginar cómo sonaban los instrumentos, sino cómo pensaban y cómo escuchaban las personas de aquella época. La investigación organológica es desde luego fundamental, y está dando un paso esencial: se está pasando de copiar tal y como aparecen los instrumentos en los manuscritos de la época, como el famoso de Arnaut de Zwolle, a tener en cuenta otros muchos aspectos, cuestiones de manufactura, de mecánica. En la reconstrucción del clavisimbalum de martillos que es el centro de nuestro segundo disco, David Catalunya y Pablo Poletti han trabajado no sólo con la obra de Arnaut de Zwolle: la mecánica deriva de la fabricación de martillos pensados para percutir campanas de un reloj mecánico.
-¿Qué instrumentos de teclado utilizan en este disco?
-Aparte de un organetto, que no es demasiado protagonista, dos instrumentos de cuerda y tecla, el más importante de los cuales es ese clavisimbalum de martillos, una especie de fortepiano medieval, y a su lado un clavisimbalum de plectro, que ya empleamos en nuestro primer trabajo.
-¿Y qué es exactamente el eschiquier del título?
-No lo sabemos exactamente. Aparecen muchas referencias con ese nombre o parecido desde el siglo XIV, lo que ha propiciado una amplísima discusión musicológica desde hace al menos cuarenta años. La idea más aceptada es que el término era usado para los instrumentos de tecla de forma genérica, y de modo más preciso, para los instrumentos de cuerda y tecla, independientemente de cuál fuera su mecánica, martillo o plectro.
-Como el primero, el exitoso Meyster ob allen Meystern, el CD está basado en el manuscrito Buxheim, ¿qué contiene exactamente?
-Es un disco de canciones franco-flamencas, fundamentalmente de Dufay y Binchois, los dos compositores más importantes de la primera mitad del siglo XV, en la forma en que se han transmitido a través de este manuscrito, con sus variaciones instrumentales, haciendo especial hincapié en los instrumentos de teclado. Incluimos también tres de las canciones en sus versiones originales, cantadas. Estamos muy contentos de cómo va funcionando, porque acaban de darnos el Diapasón de Oro, que es un premio muy importante en Francia.
-¿Qué trascendencia histórica tiene el Buxheim?
-Es la fuente más importante del repertorio instrumental de tecla tal y como se hacía en el sur de Alemania, en la zona fronteriza con Francia y con la actual Suiza alemana. Es muy importante porque está conectado con Conrad Paumann, gran teclista de mediados del siglo XV. Contiene no sólo repertorio de piezas, sino tratados, pedagogía de la improvisación, por lo que es muy posible que las canciones se incorporaran al libro con un carácter pedagógico. Además es muy variado: hay repertorio de músicos flamencos, canciones alemanas o piezas de danza sobre las que luego se desarrolló contrapunto. No sabemos hasta qué punto es representativo de la totalidad de las prácticas que había en esa época. No sabemos si los organistas hacían esto o había prácticas improvisatorias de otro tipo. No sabemos hasta qué punto era representativo de qué o de cuánto, pero sin este manuscrito no sabríamos casi nada. Va necesitando ya un nuevo estudio, porque por ejemplo no hay una edición facsimilar moderna.
-Un tercer disco sobre el Buxheim está ya en marcha…
-Trabajamos ya repertorio para un tercer disco, sí, que será de música religiosa, pero está aún en una fase muy embrionaria.
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