Abismos de la vida corriente
Taller Sonoro | Crítica
La ficha
Taller Sonoro
**** Festival Encuentros Sonoros. Solistas: Rocío de Frutos, soprano; Javier Jiménez Cuevas, narrador. Taller Sonoro: Alejandro Tuñón e Inés Montero, violines; Aglaya González, viola; María del Carmen Coronado, violonchelo; Vicente Fuertes, contrabajo; Jesús Sánchez Valladares, flauta; Antonio Salguero, clarinete; Ander Tellería, acordeón; Ignacio Torner, piano, Baldomero Llorens, percusión; Javier Campaña, electrónica; Jaime Tuñón, técnico de sonido. Director: Asier Puga. Programa: ‘Un posible día, quasi un radiodramma’ (2010-11) de Javier Torres Maldonado, con libreto de Ana Cándida de Carvalho Carneiro, poemas de José Manuel Recillas y vídeos de Magali Lara. Lugar: Espacio Turina. Fecha: Miércoles 22 de febrero. Aforo: Media entrada.
Un posible día es la historia de una oficinista maniática y solitaria que en su imaginación se enamora de un calamar gigante. Concebida como una pieza de radioteatro, el mexicano Javier Torres Maldonado la llena de sonidos envolventes que podrían ser los de una urbe cualquiera y que son generados en un estilo no lejano al del espectralismo por un conjunto instrumental de diez solistas más una parte electrónica. Como complemento, sobre el fondo de escena se proyecta un vídeo de Magali Lara en el que marañas abstractas de hilos y formas ondulantes y circulares simulan inquietantes abismos y hondonadas, obvias metáforas del espíritu atribulado de la protagonista.
La obra se había estrenado en francés en el año 2011 pero no se había visto en español hasta esta presentación sevillana del Espacio Turina. Un Taller Sonoro ampliado y espléndido arropó a Rocío de Frutos en la que ha podido ser la más difícil experiencia de su carrera como cantante, pese a que el trabajo con la música contemporánea no es nuevo para ella por sus desempeños junto a Proyecto Ocnos. Su cometido alterna partes habladas con una actividad melódica diversa, que incluye exigentes saltos interválicos, cambios bruscos de color y dinámicas y parlatos que no están lejos del más clásico sprechgesang. La estupenda soprano sevillana salió airosa del trance por su claridad articulatoria y una flexible capacidad expresiva puesta siempre al servicio del texto. Le dio réplica de forma soberbia Javier Jiménez Cuevas, compañero en Vandalia, que mostró un talento para la locución fuera de lo corriente.
La sala de la calle Laraña vuelve a descollar una vez más con un proyecto novedoso y de enorme atractivo que, pese a la infrafinanciación que sufre y los múltiples problemas de todo tipo a la que sus trabajadores se enfrentan a diario, la coloca a la vanguardia de los espacios españoles de sus características en capacidad de producción e innovación. Enhorabuena a sus responsables.
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