Springsteen contra la secta Moon

La organizadora del torneo 'Peace Cup', que mantiene en el aire la celebración del concierto del músico norteamericano en el Estadio de la Cartuja, es una fundación dependiente de la Iglesia de la Unificación

Sun Myung Moon y su esposa, Hak Ja Han, en un acto de 'bendición colectiva' en 2002.
Sun Myung Moon y su esposa, Hak Ja Han, en un acto de 'bendición colectiva' en 2002.
Blas Fernández / Sevilla

04 de febrero 2009 - 05:00

Sin pronunciamiento oficial hasta la fecha por parte de la Sociedad Estadio Olímpico, y con el anunciado concierto de Bruce Springsteen para el día 30 de julio todavía en el aire -pese a la reiterada confirmación por parte de la promotora española de la gira, Doctor Music, como ya anunció ayer este diario-, un nuevo elemento hace su aparición en el singular culebrón que amenaza con provocar la frustración de los numerosos seguidores locales del músico norteamericano: la organización del torneo de fútbol Peace Cup, cuyas fechas se solaparían con las labores de montaje y desmontaje del concierto, amén de generar éste dudas sobre el posterior estado del césped, corresponde a una entidad, la Fundación Peace Dream, dependiente de la Iglesia de la Unificación, también conocida como secta Moon, dirigida por el multimillonario surcoreano Sun Myung Moon.

Inscrita en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia en 2001 -después de intentarlo en diversas ocasiones desde 1973 y tras un largo litigio judicial que terminó con el pronunciamiento a favor del Tribunal Constitucional-, la Iglesia de la Unificación es hoy un potente entramado financiero internacional con comprobada influencia política en diversos países, fundamentalmente hispanoamericanos. Propietaria de numerosos medios de comunicación, incluida la agencia United Press International, empresas y universidades y vinculada a incontables asociaciones culturales, científicas, religiosas y think-tanks de ideología ultraconservadora -el radical anticomunismo de su doctrina ha sido la causa de la feroz represión que ha venido sufriendo en China-, su actividad provoca no obstante una incesante polémica que va mucho más allá del excéntrico ideario y comportamiento de su fundador, el mencionado Sun Myung Moon, quien se reivindica como el "profeta de la Segunda Venida", capaz de llevar a cabo la tarea en la que "Jesús fracasó": la unificación de todas las religiones bajo su mandato.

De hecho, y pese a lo delgado de la línea que pueda separar una confesión reconocida como tal de una secta -acaso sólo sea cuestión de promoción y mercadotecnia-, no faltan los especialistas que la definen como tal. El ya fallecido psicólogo Eloy Rodríguez-Valdés, una de las voces más autorizadas en España en el estudio de cultos coercitivos, la incluyó sin ambages en el grupo de "sectas destructivas" con "alto contenido político".

Nacida en 1954 a partir de la Asociación del Espíritu Santo para la Unificación del Cristianismo Mundial, la Iglesia de la Unificación trasladó en 1971 su sede central desde Corea a Estados Unidos, donde 13 años después, y pese a sus buenas conexiones dentro del ámbito político republicano, Moon fue condenado a 18 meses de cárcel por evasión de impuestos y obstrucción a la Justicia, eventualidad ésta, al igual que otras de similar carácter, que desde la secta se suele equiparar a la persecución sufrida por los cristianos primitivos.

Por su parte, la Fundación Peace Dream, organizadora del torneo Peace Cup, consta inscrita en el Registro de Fundaciones del Ministerio de Educación, Política Social y Deporte, a instancia de Kyung Eui Yoo y Armando Lozano Hernández -este último, uno de los más destacados y veteranos moonitas españoles-, desde junio del pasado 2008.

Del poderío económico del entramado agrupado en torno a la Iglesia de la Unificación dan muestras tanto los nombres de los clubes anunciados en el torneo futbolístico -los cachés de Real Madrid, Olympique de Lyon, Juventus o Sevilla F.C. no son precisamente bajos- como los premios anunciados: dos millones de euros para el equipo ganador y uno para el subcampeón de la competición, en la que Deporte Andaluz, organismo dependiente de la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía, participa como entidad coloboradora asumiendo el coste del alquiler del Estadio de la Cartuja.

La sociedad que gestiona el recinto, Sociedad Estadio Olímpico de Sevilla S.A., que emitirá en breve un comunicado sobre el asunto, estaría en estos momentos renegociando con la Fundación Peace Dream la posibilidad de trasladar a otra ubicación el partido de semifinales previsto para el día 30, día del anunciado concierto de Springsteen, de cara a salvar in extremis dicha actuación. Eso según las informaciones más optimistas. Otras fuentes del propio estadio apuntan que, incluso superado ese escollo y aun con el visto bueno al informe técnico sobre el estado en que podría quedar el césped tras la actuación, el margen para desmontar el escenario y llegar a tiempo a la final del día 2 de agosto es "escaso".

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