Soledad Sevilla dona más de 60 obras al CAAC
PREMIO VELÁZQUEZ 2020
La importante aportación incluye pinturas, instalaciones, dibujos y maquetas fechados entre 1975 y 2013. Los fondos se expondrán en Córdoba en febrero de 2021
Soledad Sevilla ha formalizado la donación de más de 60 obras al
Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. La donación, una de las más importantes recibidas por el CAAC, incluye más de 60 obras entre pinturas, instalaciones, dibujos y maquetas fechados entre 1975 y 2013. Soledad Sevilla, reciente Premio Velázquez, el más importante galardón dedicado a
los artistas vivos españoles, portugueses y latinoamericanos, ha confesado sobre esta donación –publicada hoy en BOJA– sentirse "muy a gusto, tanto por su maravilloso espacio como por cómo se trabaja
en el CAAC, con una gran profesionalidad y cercanía con los artistas. Además,
quiero que mi obra esté junto a la de otros compañeros de mi generación que
también han realizado donaciones como, por ejemplo, Gerardo Delgado".
Por su parte, la consejera Patricia del Pozo ha agradecido a la artista "su
generosidad y su excelente disposición a colaborar con el CAAC y, en
consecuencia, a enriquecer el patrimonio artístico de todos los andaluces". "Se
trata de una sobresaliente donación a un museo que, desde hace más de diez
años, presta una especial atención al arte realizado por las mujeres", ha añadido.
En este sentido, Del Pozo –que también ha felicitado al equipo del CAAC,
encabezado por su director, Juan Antonio Álvarez Reyes– ha anunciado que "una
selección de esta destacada donación de Soledad Sevilla será expuesta a partir de
febrero de 2021 en el Centro de Creación Contemporánea de Andalucía en
Córdoba (C3A), con una atención especial a las obras de mayor tamaño".
Soledad Sevilla, que siempre ha tenido una estrecha relación con Andalucía, puesto
que vive entre Granada y Madrid, se ha sentido siempre muy próxima a la escena
artística sevillana y andaluza en general, siendo lugares como la Alhambra o El
Rompido desencadenantes de algunas de sus series más conocidas. Precisamente,
el pasado año, el CAAC organizó una muestra con algunas de sus grandes
instalaciones relacionadas con Andalucía y ya entonces donó al centro dos de ellas.
Ahora se amplía de manera muy generosa esa primera donación.
La donación
En el amplio conjunto cedido, según ha expresado la consejería de Cultura en un comunicado, destacan las piezas de carácter pictórico que son mayoritariamente obras de formato monumental. Cronológicamente cabría citar: Apamea (1999), un cuadro de más de 7 metros de largo por 2,5 de alto que
completa otro de similares características que ya poseía el CAAC y el tríptico Los
apóstoles blancos (2007) del mismo gran tamaño. De la serie Las cosas como
fueron (2007/2008) ha donado 6 cuadros, 4 de ellos dípticos de 2,6 metros de alto
por 1,7 de ancho. Estas obras parten del paisaje de El Rompido (Huelva) y hablan,
según la artista, "de la nostalgia ante la constatación de aquello que se pierde, pero
también se encuentra".
Aunque, sin duda, el conjunto pictórico más compacto y de mayor volumen donado
es el realizado en torno a los secaderos de tabaco de La Vega de Granada y que
protagonizaron su exposición individual de 2012 en la galería madrileña Soledad
Lorenzo. En esa muestra presentó dos grandes polípticos que tituló Retablo (A y
B) que superan ambos los 10 metros de largo y los 3 de altura. A ellos se suman
otros en torno al mismo motivo como son los tres cuadros de 2x2 metros cada uno
titulados Canción gris.
Por lo que respecta a las instalaciones, género del que es pionera y una de sus
exponentes más destacadas, ha donado 7 en total, entre las que cabría destacar
Con una vara de mimbre (2000), título inspirado en un verso del Romancero
gitano de Federico García Lorca: "Antonio Torres Heredia / hijo y nieto de
Camborios / con una vara de mimbre / va a Sevilla a ver los toros". Esta
monumental instalación está prevista que sea montada en el museo en la primavera
del próximo año dentro de la muestra colectiva titulada Escultura expandida.
También por su gran formato, de casi 20 metros de largo, destacan El tiempo vuela
(1998) y Te llamaré hoja (2005).
Además de las pinturas e instalaciones, Soledad Sevilla ha cedido al museo un
amplio conjunto de maquetas para instalaciones, algunas realizadas y otras no,
además de dibujos de gran formato, como por ejemplo las series Belmont y Boston,
ambas de 1982.
Por último, la artista también ha depositado en el CAAC 6 cuadros de su primera
etapa de abstracción geométrica relacionada con el Centro de Cálculo, en los
primeros años de la década de los 70, un momento decisivo en su trayectoria y en
el arte español de la segunda mitad del siglo XX.
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