Sobresaliente a pesar de las dudas
Álvaro Zarzoso sopesa con calma cambiar de carrera a medio plazo a pesar de que los nueves tachonan su expediente universitario.
Álvaro Zarzoso se da muy poco pisto. Minimiza tanto su trayectoria académica que incluso alude a su afición al remo para explicar sus éxitos. “Entreno todos los días con mi club, Guadalquivir 86, así que tengo poco tiempo y eso me obliga a ser muy disciplinado y organizado en los estudios para aprovechar bien el tiempo”. Antiguo alumno del instituto San Isidoro de Sevilla, es uno de los 15 estudiantes españoles que ha logrado el último curso el Premio Nacional de Bachillerato.
Recuerda que superó sin dificultad las pruebas de Historia y Filosofía del examen para acceder al premio, pero que fue el examen de Economía el que le dio el empujón definitivo para colocarlo en el décimo tercer puesto. La materia le gustaba y el doble grado de Economía y Derecho le pareció una buena opción.
El primer cuatrimestre atestigua que ha podido ser una apuesta adecuada: “Varios nueves, bueno, en realidad casi todo nueves, y un seis en Contabilidad”, confiesa. El cambio del instituto a la universidad no ha tenido para él grandes secretos. “Solo tienes que poner un poco más de tu parte para llevar las cosas al día porque hasta febrero no hay exámenes y puede ser fácil despistarse”.
Sin embargo, no está convencido de haber elegido bien. “Pensé que la economía me gustaba, pero ahora creo que no tanto”. Sopesa cambiar de carrera, aunque todavía no ha decidido a cuál. Lo que sí tiene es un plan trazado: su próximo paso es un periodo de prácticas en Alemania entre septiembre y diciembre de este año.
En el instituto estudió alemán como segundo idioma y aprovechó un programa de intercambio que organizó el centro para pasar un verano en Alemania mejorando sus conocimientos del idioma y realizando unas prácticas en un colegio especializado en menores con problemas de aprendizaje. La familia con la que convivió le ha ayudado ahora a encontrar otras prácticas y en septiembre volverá para trabajar durante tres meses cerca de Fráncfort en una empresa que elabora sustancias destinadas a la industria farmacéutica.
Su plan es continuar la carrera a medio plazo aunque tenga que simultanear el trabajo en Alemania con los estudios en Sevilla durante el primer trimestre del próximo curso. Después decidirá si cambia o no y a qué otra titulación. “Lo medito todo mucho, tanto que diría que soy un poco indeciso”, reflexiona.
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