Hijos de su tiempo
La Singla | Crítica
'La Singla' se estrenó en el Festival de Málaga y lo hemos podido ver hace unos días en la sección oficial del Docs València y en el Hot Docs de Toronto
La ficha
'La Singla'. Dir. Paloma Zapata. Int.: Helena Kaittani, La Singla, Colita, Francisco Benegas. La Fábrica Naranja, Malandar Films, Inselfilm
El documental plantea dos historias: de la bailaora Antonia La Singla y la historia de la búsqueda de documentación para esta película que llevó a cabo su directora, y que encarna, en la ficción, la actriz Helena Kaittani. Me resulta más interesante la primera, que incluye abundante material de archivo, procedente de las colecciones de la fotógrafa Colina o de Francisco Banegas, el representante de la bailaora.
También de la película Die Geschichte der Antonita Singla rodada en 1964, donde no falta la mirada exotista, como no falta en este documental, en el que la fotógrafa catalana Colita nos habla de los "gitanos auténticos", quizá para diferenciarlos de los "gitanos de temporá" de los que hablaban Carlos Lencero y Raimundo Amador hace años.
Incluye otras filmaciones, para programas de televisión de España y Alemania, así como material de los discos Festival Flamenco Gitano, grabados en Alemania en los años 60, muchos de los cuales tenían la imagen de nuestra bailaora como reclamo de portada.
Francamente, preferiría más flamenco y menos teoría de género, de minorías y de discapacidad. A los amantes de estas temáticas les va a encantar el film pero a mí me quedan ganas de saber cosas de La Singla, que es lo que me impulsó a acercarme a esta película: quienes fueron sus maestros, cuándo debutó, que estilos tenía en su repertorio, en qué espectáculos intervino y en qué espacios escénicos, qué músicos la acompañaron, cuál era su relación con estos, etc. Y cuáles fueron sus aportaciones a la danza flamenca. Se ha contado con los familiares de la artista y algunas personas de su entorno próximo: amigos, representante, admiradores, etc.
El arte de La Singla es hijo de su tiempo: muy percusivo, muy temperamental, el pelo suelto. Una época que apreciaba los valores supuestamente naturales y étnicos de lo jondo, especialmente fuera de nuestras fronteras. El Festival Flamenco Gitano fue un proyecto muy interesante, también hijo de su tiempo.
En la segunda mitad de los años 60 los promotores alemanes Horst Lippman y Fritz Rau, que habían popularizado en Europa el blues, primero, y el gospel más tarde, decidieron hacer lo propio con el flamenco. Para ello, organizaron entre 1964 y 1970 una serie de recitales, fundamentalmente de baile, pero también de cante y toque.
En estas giras figurarían algunos de los grandes intérpretes del flamenco de la época, que todavía no habían eclosionado a nivel popular: La Singla, Faíco, Toni el Pelao, Camarón, El Lebrijano, Paco de Lucía, Ramón de Algeciras, Enrique de Melchor, Paco Cepero, Marote, etcétera. El propio Lippman señaló que el apellido Gitano se incluyó en los eventos como fórmula para atraer al público, según recoge José Manuel Gamboa en su biografía de Paco de Lucía.
Para promocionar los conciertos se creó un sello discográfico, en el que se registraron, en directo y con una excelente calidad de sonido, varios de estos eventos.
El primero, titulado como la propia gira, Festival Flamenco Gitano (1965, reeditado al año siguiente, y luego en diversas ocasiones más), fue un auténtico éxito discográfico y durante años fue el disco de flamenco más popular en Alemania y en otros países de Europa. Éste, junto con la segunda entrega de la serie, titulada Da capo (1967), se reeditaron en un doble compacto con motivo de la celebración de los 50 años de la primera gira de la compañía.
El disco Festival Flamenco Gitano (1965) incluía cantes de Orillo del Puerto (bautizado para la ocasión como Orillo de Siglana), José Salazar y Ramón Moreno. El baile de La Singla aparece en las seguiriyas que canta Diego Vargas.
La bailaora catalana, que sólo tenía diecisiete años el día de la grabación, ya había hecho las delicias de los aficionados en la película Los tarantos (1963), con apenas catorce años. La bailaora protagonizó en esta misma década unas brillantes imágenes de Colita, que también interviene en este documental con una entrevista y con su archivo, como hemos dicho, y encabezó diversos elencos en los 60 y 70.
Pero después desapareció misteriosamente del panorama flamenco. Su imagen es la que protagonizaba la cartelería y las portadas de la mayoría de los discos del Festival Flamenco Gitano.
Era la verdadera, y única, estrella de la compañía. Y fue precisamente este proyecto, Festival Flamenco Gitano, el que la encumbró, primero en Alemania y luego en España. De hecho, protagonizó ocho portadas de los diecisiete discos en los que consistió la serie, incluyendo reediciones con diferente arte gráfico. En el libreto de Da capo, en alemán e inglés, se señala, y así se sigue señalando en la mencionada reedición en CD que se hizo del mismo, que ésta era la primera vez que se realiza una grabación de "el auténtico flamenco" muy diferente de la música de cabarets o los ballets que a veces llevan este nombre. Y la primera vez que el público no español tenía acceso al mismo. Ambas afirmaciones son falsas. Se añade, además, que son los gitanos los que han conservado esta música y danza en su verdad originaria.
Este espectáculo agrupó en su momento artistas gitanos como los señalados y otros no gitanos, como Antonio Arenas, Matilde Coral, Paco Cepero, José Menese o Ramón de Algeciras y Paco de Lucía.
El documental no celebra tanto el origen de La Singla como su férrea voluntad de imponerse a un contexto francamente adverso. Al final de la obra aparece la propia protagonista ante las cámaras, de cuerpo presente y de viva voz. Es un gustazo verla bailar en las imágenes de archivo. Me gusta poder ver a la Singla bailando con el cante de unos jovencísimos José Menese o Juan Peña El Lebrijano, una maravilla. Pero lo que me gusta más de esta película es la intervención de María Ángeles Narváez, también bailaora, también sorda, sevillana, que nos explica cómo se puede bailar a pesar de esta dificultad auditiva y lleva a cabo una demostración de ello ante las cámaras. Como dice la propia Narváez, todos tenemos nuestra discapacidad. La diferencia es que algunos lo saben y otros no.
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