No todo Shakespeare es bueno

El mercader de Venecia. Noviembre Teatro. Autor: William Shakespeare. Versión: Yolanda Pallín. Dirección: Eduardo Vasco. Intérpretes: Arturo Querejeta. Francesco Carril, Isabel Rodes, Francisco Rojas, Fernando Sendino, Rafael Ortiz, Héctor Carballo, Cristina Adua, Lorena López y Jorge Bedoya. Iluminación: Miguel Ángel Camacho. Vestuario: Lorenzo Caprile. Escenografía: Carolina González. Lugar: Teatro Lope de Vega. Fecha: Jueves, 12 de febrero de 2015. Aforo: Completo.

Fiel a su estilo, el director Eduardo Vasco nos presenta un mercader de Venecia alejado de cualquier clímax. Huye de la tragedia que hay implícita en la obra y se decanta por una comedia que nos recuerda más a Lope de Vega que al mismísimo Shakespeare.

La usura del prestamista Shylock y su empecinamiento en conseguir la libra de carne humana utilizando la ley podría recordarnos a las injusticias que están protagonizando algunos bancos, apoyados por la Justicia, exigiendo el desahucio de familias que no pueden pagar sus hipotecas.

Sin embargo, este paralelismo es solamente circunstancial. La obra lleva representándose más de cuatro siglos y ha coincidido con muchos otros momentos históricos.

Soy de la opinión de que El mercader de Venecia es una descarada obra antisemita. No me gusta. No me siento cómodo viendo cómo al personaje de Shylock se le dibuja como usurero y vengativo mientras que el resto de los personajes viven dentro de una comedia romántica.

Los intérpretes, aunque reducidos a la normalidad por Vasco, están estupendos. El vestuario de Caprile siempre destaca. El público aplaudió con ganas y satisfacción. A mí me sirvió para asumir que El mercader es prescindible.