"Sevilla, voy a por ti"
Alejandro Sanz ofreció una noche llena de sorpresas y emociones en el Estadio de la Cartuja. El público llenó el primer concierto andaluz de su gira.
"El público de Sevilla me deja sin palabras". Con este piropo se dirigía anoche Alejandro Sanz al coro de seguidores que abarrotaba la pista y las gradas del Estadio de la Cartuja, alrededor de 25.000 espectadores -el aforo máximo previsto por la empresa promotora-, durante el primer concierto del tramo andaluz de su gira. En plena forma y arropado por un espectacular y hermoso juego de luces y una banda mayoritariamente femenina, el cantante madrileño y sureño adoptivo arrancó su actuación con los dos primeros temas de su último disco, La música no se toca,el que da título al trabajo y Yo te traigo.
"Sólo digo Sevilla y ya no tengo que decir nada más", fue el saludo inicial de Alejandro Sanz, que no paró durante toda la noche de expresar su afecto por la ciudad que lo recibía: "En mi infancia fue muy importante, le tengo que devolver muchas cosas", dijo antes de prometer una noche "llena de sorpresas. Sevilla, voy a por ti". Inmediatamente después interpretó el tema homónimo, que figura también entre su repertorio más reciente, y a continación salió al escenario Malú, la primera de las anunciadas colaboraciones de la noche. A dúo cantaron Desde cuándo, de su anterior álbum, Paraíso Express.
"¡Encantado de estar aquí!", gritó el cantante tras la celebrada aparición de la cantante madrileña, y justo antes de atacar Dime por favor tu nombre, el tema que grabó con Eva Longoria, y después Quisiera ser el aire. Camino de rosas y Cuando nadie me ve, que marcaron el el tono general de la cita, un completo repaso a los éxitos de su discogafía al completo, precedieron a otro de los grandes momentos de la noche: la subida al escenario de David Bisbal eufórico, que junto a Sanz ondeó una bandera andaluza mientras entonaban el tema Mi soledad y yo.
"Feliz de estar aquí", en su rencuentro con un público que le adoraba, el cantante recibió a otro de sus invitados estelares, Jamie Cullum, que le acompañó también al piano. Versiones nuevas de temas de siempre, el himno intergeneracional que es ya Corazón partío y mucha complicidad con su auditorio -"tendré que tirar de repertorio de bautizos y comuniones porque no me quiero ir de aquí esta noche"- se encadenaron en una noche llena de sorpresas que, al cierre de esta edición, daba la bienvenida a Manolo García.
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