'La Roldana', la historia de una precursora en el siglo XVII

La escritora Pilar de Arístegui novela la vida de Luisa Roldán, la famosa imaginera sevillana que consiguió ser la primera mujer escultora de cámara de la corte

Pilar de Arístegui nació en Bruselas en una familia de diplomáticos.
Pilar de Arístegui nació en Bruselas en una familia de diplomáticos.
Patrocinio Hidalgo / Sevilla

19 de agosto 2011 - 05:00

"Nos han dicho que la mujer no es capaz de pintar y esculpir como un hombre, y eso no es cierto", declara Pilar de Arístegui, la autora del libro La Roldana, una novela histórica publicada por Ediciones B que narra la vida de la famosa imaginera sevillana Luisa Roldán.

La autora, interesada por el papel que juega la mujer en el devenir plástico, descubrió la existencia de la Roldana hace 20 años, mientras consultaba una enciclopedia americana sobre mujeres en la historia del arte. "Eran unas diez líneas nada más, pero había algo que me asombró sobremanera y picó mi curiosidad y fue que llegó a ser escultora de cámara del rey, no ponía ni siquiera de qué rey", declara la autora. A partir de aquí comenzó una labor de investigación y de búsqueda sobre la figura de esta joven sevillana, hasta que finalmente en 2010, y cuando el personaje le pareció "lo suficientemente interesante", decidió embarcarse en la escritura de la que es su segunda obra.

Luisa Roldán fue una figura importante ya que "abrió camino en una época en la que la labor de la mujer estaba muy oscurecida". Desde pequeña había trabajado en el taller de su padre, el famoso imaginero Pedro Roldán, que fue consciente de sus aptitudes para ejercer el oficio desde que era una niña. Además de su profesor, su padre fue también un apoyo fundamental en la realización de su carrera como escultora, un camino que estuvo marcado por la intriga y la envidia de muchos de sus contemporáneos, comenzando por su marido el también escultor Luis Antonio de los Arcos.

En sus inicios Luisa creó figuras junto a su padre y también en solitario pero por aquel entonces "en la imaginería no se firmaban las obras, pues éstas eran adjudicadas al jefe del taller". De ahí que se dude de si la autoría de tallas como el San Fernando de la Catedral hispalense o la Macarena de Sevilla sean de Pedro Roldán o de su hija. A los 20 años, y tras contraer matrimonio, la Roldana abrió su propio taller y comenzó a firmar con su nombre las tallas. Las dos primeras en las que consta su autoría datan de 1688 y son el San Germán y San Servando de la Catedral Nueva de Cádiz. En la hendidura de la espalda de las imágenes realizó un pequeño pergamino en el que graba la siguiente frase: Ideado por Pedro Roldán, realizado por Luisa Roldán y dorado por Luis Antonio de los Arcos.

La Roldana fue "una mujer interesante que consiguió lo que ninguna otra antes había conseguido en la historia del arte, no sólo en España. Es la primera mujer que llega a ocupar el puesto de escultora de cámara, primero con Carlos II y luego con otro rey, que es completamente distinto, Felipe V", dice Arístegui. A pesar de que se hizo con un nombre en la corte, su vida siempre estuvo marcada por la miseria ya que raras veces recibía el pago por sus trabajos.

Los pintores y escultores de la época pudieron viajar y conocer otras culturas y tendencias artísticas que enriquecieron su obra, algo que Luisa no pudo realizar por el hecho de ser mujer y vivir en el siglo XVII. Arístegui, que se declara "amante y respetuosa de la Historia", ha querido "imaginar", en la segunda parte del libro, "qué hubiera pasado si esta mujer hubiera tenido las oportunidades que tenían los hombres de su época". Eligiendo como telón de fondo la Rusia de finales del siglo, la autora envía a Luisa a trabajar durante un año en la corte del zar.

La Roldana guarda numerosas similitudes con el primero de sus libros, La diamantista de la reina, pues ambos narran la historia de dos mujeres fuertes, que aprendieron el oficio de sus padres, y que lucharon por ser reconocidas en una época histórica en la que las oportunidades para la mujer eran nulas. Luisa (La Roldana), y Micaela (La diamantista), también se parecen en algo que para la autora es fundamental y es que ambas recibieron instrucción. Según Arístegui, "han existido mujeres extraordinarias y lo que todas han tenido en común ha sido la educación".

Pilar de Arístegui está preparando actualmente su nuevo proyecto del que adelanta que la protagonista será de nuevo una mujer, más actual que las anteriores pero también "fuerte e independiente". La novela transcurrirá en África y en ella habrá una historia de amor interracial.

stats