El río que nos lleva a la nostalgia

RioFest revive la gloria de los 80

El próximo día 29 se celebrará en San Juan de Aznalfarache un festival musical repleto de grupos históricos de los años 80 y 90.

Músicos locales en la presentación del festival
Músicos locales en la presentación del festival / Nico Salas

En las redes sociales hay un grupo muy activo que se llama Queremos a Burning en todos los festivales, y aquí les hemos hecho caso, porque uno de ellos será el que tendrá lugar en el Paseo Fluvial de San Juan de Aznalfarache el próximo sábado, día 29, desde primeras horas de la tarde hasta bien avanzada la madrugada. Su nombre es RioFest y llega con la pretensión de quedarse y convertirse en un referente de la cultura y las señas de identidad de esta localidad sevillana, por lo que cuenta con el total apoyo de su Ayuntamiento, que incluso participa ampliamente en su organización y promoción.

Para cuando los míticos Burning ocupen el escenario a las siete y media de la tarde ya habrán pasado por él hasta siete bandas, todas ellas de nuestra ciudad y localidades cercanas, como Zambra, que abrirán el festival a la una del mediodía, Zaguán, El Pechuga, Antihéroes, la linarense Virginia Maestro y Parachokes, la banda local que arrasó en el rock juvenil de los primeros 90, reconvertida ahora en trío veterano que se lanza de nuevo al mercado con un disco que editarán en primavera y del que aquí adelantarán varias canciones. Con ellos comenzará a subir la apuesta mediática del festival, ya que seguirán Danza Invisible, No me Pises que Llevo Chanclas, Celtas Cortos, Los Secretos, Seguridad Social y Los Toreros Muertos, que serán los últimos en ofrecernos sus corrosivas canciones al filo de las dos de la mañana.

El festival se centra principalmente en grupos que tuvieron su edad de oro en la década de los 80 y que forman parte de la memoria colectiva de todos, que vuelven, convertidos ya en clásicos atemporales, para hacer florecer de nuevo aquellos laureles que florecieron en los cabellos de sus músicos, ahora teñidos de blanco, no solo en función de la nostalgia de sus antiguos seguidores ávidos de verse reflejados en esa segunda juventud de los que pusieron banda sonora a su adolescencia, sino también en una gran maestría y perfección técnica que les permite dar conciertos espectaculares, como muchos de nosotros tuvimos ocasión de comprobar no hace mucho con la visita de Danza Invisible.

Las entradas del Festival se encuentran en varios puntos de venta físicos y on line al precio de 25 euros, o a 30 en el propio recinto el día de su celebración. Se espera una gran afluencia de público a pesar de que contará con bastante competencia, como la primera jornada del Picnic Interestelar, en el CAAC; la presentación del nuevo disco de Casas y la Pistola, en Malandar o el concierto de los cada vez más grandes Belako en la sala X. Sevilla hierve de actividad musical, aprovechémosla.

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